UTOPEDIA: EDUCACIÓN PARA UNA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO.

 


Utopedia: Educación para una Sociedad del Conocimiento



1. EN BUSCA DE LAS FUENTES DEL PRESENTE

En el verano del 39 un famoso físico húngaro, Leo Szilard, visita a Einstein y le comenta un artículo que ha salido en revistas especializadas de Física  meses antes, que recoge el experimento que en el físico alemán Otto Hahn y su equipo había realizado en el laboratorio, y que había demostrado la posibilidad de romper el átomo, es decir, de la fisión nuclear. Y fruto de esa fisión se producía un desprendimiento de energía mayúscula Resultado de imagen de fisión nuclear definicionque había calculado perfectamente Einstein con esa famosa fórmula que todos conocemos que es energía igual al producto de la masa por la velocidad de la luz al cuadrado, por tanto, una descomunal descarga de energía fruto de esa fractura del átomo; entonces, en unos momentos, estamos en el año 1939, en agosto, las situación del mundo era inquietante, pues le plantea el riesgo de que los alemanes a partir de un artículo como este, puramente científico, pudieran llegar a desarrollar una bomba nuclear.
En esos momentos no se podía prever cuál sería el alcance de ese desarrollo tecnológico, pero sí la traslada Einstein esa inquietud. Le convence y escriben a Roosevelt, al presidente Roosevelt una carta en que le plantea ese posible escenario.
La respuesta de Roosevelt es hay que adelantarse a esa posibilidad y, como resultado, dará el conocidísimo y mítico "proyecto Manhattan".Resultado de imagen de proyecto Manhattan".
Un impresionante proyecto en el que van a participar 100.000 personas: ingenieros, científicos, empresas muy variadas desde la Westinghouse, la Du Pont, universidades, y en seis años se consigue que de ese artículo que comenta Szilard a Einstein hasta esa explosión en julio de 1945, la zancada tecnológica que se produce algunos la han comparado para poder calcular qué acelerón tuvo de esa tecnología pues a que si en seis años hubiéramos podido pasar de un unión de de los hermanos Wright a un actual avión a reacción.
Por tanto, un salto, en seis años, asombroso.
Pues bien, ese proyecto que supone un gran desafío en todos los terrenos, tienen una serie de detalles que nos van a servir para el tratamiento de nuestro curso.
Uno de ellos quiero que se fijen en que antes de que se produzca esa explosión en julio del 45semanas, tres semanas antes de que esas bombas caigan sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, Enrico Fermi, uno de los grandes científicos que, junto con Oppenheimer, Leo Szilard, Vannevar Bush, participan en el proyecto Manhattan, había conseguido, en la Universidad de Chicago, junto con su equipo, controlar la reacción en cadena de la bomba nucleares decir, antes de la explosión ya se había conseguido una planta nuclear para la utilización controlada y pacífica de la energía nuclear.
El segundo temaquiero que prestemos atención del proyecto Mannhattan, es que ese inmenso salto  tecnológico en tan poco tiempo es el resultado de grandes inversiones económicas del gobierno, una participación de un gran número de universidades, de científicos europeos que se desplazan a Estados Unidos también, y tres: la intervención de la empresa privada.
Veremos también qué consecuencias tiene esto para intentar comprender la conformación de la sociedad de nuestro siglo XXI.
Y el tercer detalle que quiero que observemos es que uno de estos científicos, Vannevar Bush, escribe también en 1945, en ese verano, un artículo para presentar una posible máquina que resolviera un problema que él, por su posición privilegiada en el proyecto Manhattan había percibido. Y es que se dio cuenta de que un proyecto de ese calibre producía tal cantidad de información que la información se convertía en problema.
Por tanto, la información se hacía un muro que había que salvar. Y de ahí que él ideara lo que llamó "Memex",  una máquina con los medios tecnológicos de la época, que pudiera imitar de alguna manera como funciona nuestra memoria asociativa y de esa manera intentar controlar esa información creciente que el mundo iba, en este caso el proyecto Manhattan, iba a generar.

El curso se basa sobre la metáfora del viaje, en concreto tres viajes articularán el contenido de nuestro curso.
En este primer caso, el viaje será recuperar esos viajes de exploración casi míticos en busca de las fuentes de los ríos. Pues bien, ahora estamos en el presente, en el delta del presente, y nos preguntamos:¿de dónde viene este río que está formando este delta?.
La búsqueda, por tanto, de fuentes de los orígenes del presente en que estamos. Así que tendremos que entrar en el territorio de la sociedad industrial
para encontrar estos orígenes que se nos presentan pues como unos hilillos de agua que luego se trenzan y generan que produce al final el delta del río. Les podrá extrañar que cuando les presente lo que considero que son el origen de esta sociedad que ahora está emergiendo, les podrá llamar la atención, como les digo, que no parecen tan trascendentes. Y por eso, una vez que hayamos localizado, y discutido, las fuentes, las tres fuentes que considero son el origen de este río, vamos a descender, vamos a bajar, en busca de poder justificar que esas tres fuentes, esos tres hilos de agua, se van a ir trenzando, como digo, se va a ir ampliando el cauce y va a dar  como resultado esta desembocadura. Y es que mi interés está en que desde este primer momento quitemos la idea de que, tan frecuente además, de que el tiempo es una serie de salas compartimentadas: una sala o habitación es el pasado, otra el presente, y otra el futuro. Estamos encerrados en el presente y pared  por medio se encuentran el pasado y el futuro. No. El tiempo es difuso, el tiempo es un continuo, y por eso desde el presente vamos, ayudados por esta metáfora del río, a hacer una ascensión, tiempo arriba, para localizar estas fuentes que, como digo, pueden ser discutidas pero yo creo que podremos tener tiempo suficiente las dos próximas semanas de poder discutir si esas fuentes son realmente las fuentes del río que genera el delta del presente.

  • Para encontrar la primera de las fuentes hay que viajar al Báltico, justo en la frontera entre Alemania y Polonia hay una isla de nombre Usedom,
próxima a la costa. Y en su extremo noroccidental está Peenemunde.Resultado de imagen de Peenemunde Esta es la fuente que buscamos.
Para alcanzarla hemos tenido que viajar no solo hacia el norte, sino
tiempo arriba, hasta los años de la segunda guerra mundial. Allí se está desarrollando durante esos años un nuevo motor, el motor a reacción. Hasta entonces, el principio físico de la acción y la reacción aplicado ala salida de unos gases de combustión apenas había pasado de los puentes festivos,
aunque el sueño de unos pioneros los elevaba a la posibilidad de vencer la gravedad terrestre y viajar al espacio exterior.
Pero en esos años de guerra la pretensión del ejército alemán era crear un arma poderosa que consiguiera alcanzar con una carga explosiva una trayectoria balística mucho más allá de lo físicamente posible para un cañón. Este proyecto supone un gran esfuerzo tecnológico en un breve espacio de tiempo. Los V-1 son aviones a reacción no tripulados que se disparan desde una rampa, atraviesan el Canal de la Mancha y se estrellan en Londres y otras ciudades de las islas. Pero los V-2 son ya cohetes que trazan hacia el mismo objetivo una trayectoria balística de gran altura a más de 80 kilómetros de altitud, y llegan al suelo a una velocidad imparable para cualquiera aviación o defensa antiaérea, algo que no sucedía con los V-1. Así que se convierte fundamentalmente en una arma psicológica que genera el pánico de que no hay defensa posible contra ella.
A pesar del impresionante desarrollo, sus lanzamientos llegan tarde. La guerra está ya perdida para Hitler. Quizá murieron más judíos montando los cohetes en condiciones infrahumanas en el interior de una montaña para evitar los bombardeos de los aliados, que las víctimas de los impactos de los V-2.Von Braun es la persona, con futura proyección mundial, que dirige el equipo de científicos e ingenieros.
Los avances técnicos que consiguen son notables. Motores tan poderosos basados en este principio físico exigían combustibles extraordinariamente energéticos que produjeran por la eyección de los gases un empuje tan fenomenal y a la vez, materiales suficientemente resistentes a las altas presiones y temperaturas. Los ingenieros de Peenemunde tuvieron que resolver también problemas de aerodinámica. Cuando despega un cohete lo hace, en los primeros momentos, muy lentamente. En esa situación los alerones no pueden hacer su función estabilizadora, de igual modo que no funciona un timón si el barco se mueve muy lentamente. Se necesita una cierta velocidad para que el flujo de agua o de aire presione sobre aletas o timones.
El principio de conservación de la cantidad  de movimiento impone este equilibrio expresado en la igualdad siguiente: La masa de gases que salen por las toberas, multiplicada por su velocidad de salida tiene que mantenerse igual al producto de la masa total del cohete por su velocidad en sentido opuesto. Ley de la acción y reacción. En consecuencia, al principio del despegue, el cohete, con tanto peso del combustible, lo hace muy despacio. Pero a medida que el combustible se quema el gas sigue saliendo con la misma cantidad y velocidad por las toberas, pero el cohete pesa menos así que aumenta su velocidad para mantener esta igualdad. ¿Qué hacer entonces cuando arranca y se separa del suelo si lo hace tan despacio? Los constructores de Peenemunde ingeniaron unos alerones internos que proporcionaban la estabilidad que necesitaba el cohete gracias al flujo del gas que salía. Química de los combustibles, resistencia de los materiales, aerodinámica, un trabajo colosal en un plazo muy corto de tiempo. Todos estos avances contenidos en un arma se difundirán cuando, al terminar la guerra, sus artífices se separen y marchen, con sus conocimientos, a uno y otro de los bloques en que se va a dividir el mundo.

  • Estamos en la segunda de las fuentes que propongo como origen de la sociedad tecnológica que será la base de la sociedad del conocimiento, como luego veremos.
Ahora hemos a travesado el Canal de la Mancha y nos encontramos en Inglaterra a unos 80 kilómetros al noroeste de Londres en una villa muy tranquila y bella, Bletchley, hay un bello edificio victoriano que perteneció a un magnate judío, un industrial judío,que a su muerte, el estado se quedó con esta extensión de terreno y estos edificios, y durante la segunda guerra mundial aquí se va a producir un curioso fenómeno y es que empieza a poblarse este recinto de gente muy variada: ingenieros, científicos, pero también por expertos en crucigramas que están realizando aquí una tarea que va a mantenerse en secreto durante toda la segunda guerra mundial. Esa tarea es conseguir que una máquina venza a otra máquina. La máquina Enigmaque era la máquina que los alemanes utilizaban para codificar sus mensajes en el ejército, producía un quebradero de cabeza a los aliados por cuanto que la descodificación era lentísima.
Aquí mismo, en los barracones, había cantidad de personas, muchas mujeres, que realizaban una tarea monótona consistente en que cada persona hacia sus cálculos concretos, y una vez que había terminado ese cálculo se lo pasaba a otra y a otra, en una especie de trabajo de cálculo en cadena que producía esa descodificación necesaria de los mensajes que las más de las veces, evidentemente, llegaban tarde y, por tanto,. eran ineficientes. Así que había que crear una máquina que pudiera hacer todos esos cálculos a partir de una velocidad que hiciera provechoso, fructífero el trabajo. Y ahí está la clave. Quienes estaban aquí y los alemanes nunca sabrán el objetivo real que tenía este recinto, van a desarrollar en los años de la segunda guerra mundial una apasionante carrera científica y tecnológica por construir una máquina que calculara con la velocidad suficiente esas descodificaciones. Y ahí es donde viene toda una, como digo, interesantísima historia de la ciencia y de la tecnología.
Bien,¿Qué sucedió? Pues que terminada la guerra este esfuerzo dio sus resultados porque consiguieron construir una máquina
que podemos considerar que es el primer calculador electrónico de la historia, el Colossus.Resultado de imagen de el Colossus.
Ese Colossus va a dar los beneficios de toda esa inversión humana y de dinero y de tiempo consiguiendo producir unos resultados muy provechosos para los aliados ya que en mayo del 44 van a poder descodificar los mensajes de los alemanes y confirmar que no sabían por dónde iba a ir el desembarco. Sucedió que tras la segunda guerra mundial este secretismo británico hizo que esto se desmantelara . Incluso la joya del computador, del Colossus, pues se abandonó y años más tarde, hace pocos años, pues una iniciativa civil privada recuperó esta historia e incluso se ha podido montara partir de los planos que han quedado el Colossus. Es, por tanto, una apasionante historia que con esta primera introducción y ahora otra que haré pues nos situará en la segunda de las claves de esta sociedad que estamos empezando a estudiar, que es la sociedad tecnológica. Por tanto la base, como digo, para la sociedad del conocimiento.
Lo que están intentando aquí es desarrollar una máquina que pueda vencer a otra máquina. Esa otra máquina es la máquina Enigma, que los alemanes lo tenían para codificar sus mensajes en el ejército y que su potente, aunque era una máquina muy sencilla que procedía de la primera guerra mundial, una máquina electromecánica, muy sencilla pero que producía una cantidad de posibles combinaciones que resultaba muy tedioso, muy difícil la descodificación.
Así que todo el planteamiento que tiene Blechtley durante esos años es intentar encontrar con métodos cada vez más rápidos esa descodificación. Y naturalmente todo esto va a ir a buscar máquinas calculadoras, máquinas que puedan ir realizando las tareas que antes la tenían que hacer y las han hecho aquí pues gente haciendo operaciones en un trabajo en cadena, terminaba esa operación, se la pasaban a otro, a otro, a otro, por tanto algo realmente imposible, tedioso. Así que de aquí, de este esfuerzo van a surgir si bien máquinas intermedias como Robinson o "La Bomba",pero luego va a salir, antes de que termine la segunda guerra mundial, el Colossus, que es el primer ordenador de válvulasel primer ordenador electrónico con él se inicia todo el desarrollo en estos setenta y tantos años de lo que ha constituido y lo que está organizándose en todo el mundo, que es la sociedad tecnológica y digital. Así que la trascendencias son extraordinarias. La batalla era desigual ¿Por qué? Porque a mí me gusta compararla batalla que se libró en esos años con la siguiente analogía: la máquina Enigma era como si ponemos ahora un tablero de ajedrez con unas posiciones de las piezas, la máquina Enigma, muy sencilla, era como dar un golpe en la mesa y las piezas se caían.
El trabajo que tenían quienes intentaban descodificar eso era ver, a partir de como estaban caídas las piezas, la posición original donde estaban, volverlas a sus escaques, eso era, naturalmente, muy desproporcionado un esfuerzo al otro. Entre todas las personas, muchas, que participaron en este magno proyecto hay que destacar a Alan Turing. Alan Turing es la pieza clave aquí. Era un matemático joven, profesor en Cambridge, que el servicio británico lo trae aquí para trabajar en el proyecto. Él ya había publicado poco antes de la segunda guerra mundial un artículo que es base teórica de todo el mundo digital. Es un artículo en el que de una manera sencilla, quizá simple, voy a exponer en pocas palabras en el que se decía "me dan un rollo infinito de papel dividido en cuadrículas y con un lápiz y una goma en el otro extremo si se me permite hacer sobre cada una de esas divisiones del papel una cruzado un cero o vacio o borrar y poder mover hacia adelante o hacia atrás ese rollo infinito de papel yo con algoritmos podré resolver cualquier problema".
Es la base de nuestra sociedad digital, por tanto la importancia de la aportación teórica de Alan TuringResultado de imagen de aportación teórica de Alan Turing fue extraordinaria.
Pasados los años, después de la segunda guerra mundial, concretamente en el año 1954, él se suicida comiendo una manzana impregnada en cianuro. El motivo de ese suicidio fue porque unos días antes o un tiempo corto antes, un juez le había condenado a un tratamiento hormonal para "curar" su homosexualidad. Eso es muy interesante decirlo como un suceso no anecdótico sino sustancial para lo que vamos a ver durante el curso. ¿Por qué? Porque durante el curso quiero que, en su momento, profundicemos en una característica que tiene esta sociedad que está emergiendo y en este escenario del siglo XXI, que es que como los cambios, por rápidos e intensos que sean, no son en bloque sino que se comportan como los estratos geológicos.
Unos cambios son estratos que se deslizan muy rápidamente y otros son mucho más inertes. El resultado son unas tensiones que pueden llegar a la fractura, a las fallas. Bueno, pues esto lo que nos está sucediendo. Hemos construido un mundo, por la ciencia, la tecnología, extraordinario, totalmente distinto al mundo del que venimos, pero estamos intentando manejarlo, mirarlo a partir de una cultura, es decir, de unos valores de hace siglos o milenios. Claro, el resultado es una disfunción insostenible. Así que, el reto que tenemos en este siglo XXI es aceptar que se necesita una auténtica revolución cultural. ¿Y cómo podemos entender una revolución cultural sin una revolución educativa? Y esta es parte principal de nuestro curso.

 Ahora para la tercera de las fuentes tenemos que atravesar el Atlántico e ir al desierto de Nuevo México, cerca de Álamo Gordo,en donde se encuentra una base de misiles, White Sands, y que en el año 1945, en concreto en la noche del 16 de julio de ese año, se va a producir un acontecimiento que conformará luego a sociedad venidera. En ese momento, en esa noche, se hace en ese lugar la primera explosión nuclear de la Historia.
Pues bien, Trinity Site es, en estos momentos, es un desierto que como digo sólo se puede acceder en dos momentos al año y en donde encontramos solamente un pequeño monolito de piedra donde se situó la torre de metal de unos 30 metros de altura donde se colocó la primera bomba nuclear, una bomba de plutonio, y que quedó, naturalmente, con la explosión desintegrada. Aparece también en el terreno un inmenso tubo de metal llamado "Jumbo", que se utilizó en el momento de la construcción de la bomba
como una precaución para el caso en que fallara la explosión, estaba esa explosión llena de incertidumbres y en el caso de que fallara la explosión evitar que el material radioactivo, el plutonio, fruto de la primera explosión, la que iba a desencadenar esa reacción en cadena, pudiera extender esa radioactividad.
Al final apostaron por el convencimiento de que iba a funcionar esa bomba de plutonio y quedó allí arrumbado ese tubo, "Jumbo",
y aún está allí. Lo intentaron destruir pero los militares, años más tarde, pero la dureza de ese tubo hizo imposible operación y ahí está. Y luego nada más que a unos kilómetros y nos llevó un destartalado autobús militar, porque no podías circular libremente por ese lugar, pues lo conocido como  Rancho MacDonald, que donde se hizo el montaje, el ensamblaje de la bomba antes de su explosión.
Solo queda, como digo, estos tres detalles y el eco de la radiactividad porque en la zona hay diez veces más radiactividad que en otros lugares.

Pues bien, en seis años desde el año 39,en el que en ese verano del 39 un famoso físico húngaro, Leo Szilard, visita a Einstein y le comenta     un artículo que ha salido en revistas especializadas de Física  meses antes, que recoge el experimento que en el físico alemán Otto Hahn y su equipo había realizado pues en el laboratorio, en una mesa que aún se puede ver, y que había demostrando la posibilidad de romper el átomo, es decir, de la fisión nuclear. Y fruto de esa fisión se producía un desprendimiento de energía mayúscula que había calculado perfectamente Einstein con esa famosa fórmula que todos conocemos que es energía igual al producto de la masa por la velocidad de la luz al cuadrado, por tanto, una descomunal descarga de energía fruto de esa fractura del átomo; entonces, en unos momentos, estamos en el año 1939, en agosto, las situación del mundo era inquietante, pues le plantea el riesgo de que los alemanes a partir de un artículo como este, puramente científico, pudieran llegar a desarrollar una bomba nuclear. En esos momentos no se podía prever cuál sería el alcance de ese desarrollo tecnológico, pero sí la traslada Einstein esa inquietud. Le convence y escriben a Roosevelt, al presidente Roosevelt
una carta en que le plantea ese posible escenario.
La respuesta de Roosevelt es hay que adelantarse a esa posibilidad y, como resultado, dará el conocidísimo y mítico "proyecto Manhattan". Un impresionante proyecto en el que van a participar 100.000 personas: ingenieros, científicos, empresas muy variadas desde la Westinghouse, la Du Pont, universidades, y en seis años se consigue que de ese artículo que comenta Szilard a Einstein hasta esa explosión en julio de 1945, la zancada tecnológica que se produce algunos la han comparado para poder calcular qué acelerón tuvo de esa tecnología pues a que si en seis años hubiéramos podido pasar de un unión de de los hermanos Wright a un actual avión a reacción. Por tanto, un salto, en seis años, asombroso.
Pues bien, ese proyecto que supone un gran desafío en todos los terrenos, tienen una serie de detalles que nos van a servir para el tratamiento de nuestro curso. Uno de ellos quiero que se fijen en que antes de que se produzca esa explosión en julio del 45, 
tres semanas antes de  que esas bombas caigan sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, Enrico Fermi, uno de los grandes científicos que, junto con Oppenheimer, Leo Szilard, Vannevar Bush, participan en el proyecto Manhattan, había conseguido, en la Universidad de Chicago, junto con su equipo, controlar la reacción en cadena de la bomba nuclear, es decir, antes de la explosión ya se había conseguido una planta nuclear para la utilización controlada y pacífica de la energía nuclear.

El segundo tema, quiero que prestemos atención del proyecto Mannhattan, es que ese inmenso salto tecnológico en tan poco tiempo es el resultado de grandes inversiones económicas del gobierno, una participación de un gran número de universidades, de científicos europeos que se desplazan a Estados Unidos también, y tres: la intervención de la empresa privada.
Veremos también qué consecuencias tiene esto para intentar comprender la conformación de la sociedad de nuestro siglo XXI.
Y el tercer detalle que quiero que observemos es que uno de estos científicos, Vannevar Bush, escribe también en 1945, en ese verano, un artículo para presentar una posible máquina que resolviera un problema que él, por su posición privilegiada en el proyecto Manhattan había percibido. Y es que se dio cuenta de que un proyecto de ese calibre producía tal cantidad de información
que la información se convertía en problema. Por tanto, la información se hacía un muro que había que salvar. Y de ahí que él ideara lo que llamó "Memex", una máquina con los medios tecnológicos de la época, que pudiera imitar de alguna manera como funciona nuestra memoria asociativa y de esa manera intentar controlar esa información creciente que el mundo iba, en este caso el proyecto Manhattan, iba a generar.

  • En busca de las fuentes: el descenso

http://www.ardelash.es/utopedia4

http://www.ardelash.es/utopedia11

Finalizamos uno de nuestros viajes. El objetivo era explorar en el seno de la sociedad industrial el germen de una alteración tan profunda que acabará con este modelo de instalarse el ser humano en el mundo (transformar la energía en productos) para situarnos en el umbral de otra sociedad posible. 

Para cerrar esta etapa, les recomiendo la lectura de este texto que les he escrito en el que preciso las tres formas que los humanos tenemos de relacionarnos con el espacio (durante milenios), la energía (desde hace un par de siglos) y la información (a partir de ahora), y las consecuencias que cada una de ellas trae.

Espacio

http://www.ardelash.es/utopedia6/espacio.html

  • Un viaje desde Andrómeda

Arqueología

http://www.ardelash.es/utopedia7/arqueologia_2.html

  • Para salir del laberinto

Conviene insistir en este momento de cambio acelerado sobre la importancia de la prospectiva, pero también de la utopía, y sus diferencias. Con estas referencias a las funciones de la prospectiva y de la utopía hemos comenzado nuestro tercer viaje del curso.

Recordemos lo principal de la función de la utopía:

http://www.ardelash.es/utopedia10

Y en cuanto a la prospectiva, aquí tienen una muestra de este trabajo de mirar  más allá de la “rueda delantera” 

El texto, como verán, les será también útil para fijar con más precisión algunos conceptos importantes con los que nos hemos encontrado ya o nos vamos a encontrar en nuestro recorrido por el laberinto.

http://www.ardelash.es/utopedia10/prospectiva.html

Para el vídeo 4_4 disponen de un breve texto de carácter ensayístico y complementario sobre la importancia del conocimiento como fenómeno que hace ver el mundo:

http://www.ardelash.es/utopedia9

Por si les interesa repasar y ampliar los conceptos vistos en las piezas de vídeo 4_8 y 4_9 les he escrito este texto:

http://www.ardelash.es/utopedia8


Si desean recordar algunas de las cuestiones tratadas en estos días, tienen partes de un artículo que publiqué recientemente en el monográfico Una educación para nuestro tiempo de la revista de la Institución Libre de Enseñanza. 

La ILE -fundada por Francisco Giner de los Ríos (1839-1915)- es una referencia histórica del empeño de modernizar la educación en España, un proyecto mantenido y reinterpretado hasta nuestros días por muchas personas convencidas del papel transformador de la educación. 

Un clic en la imagen para acceder al artículo:


En el número 100 de la revista TELOS encontrarán un artículo que acabo de escribir sobre Educación y TIC. Les sugiero que lo lean pues algunos de los pasos últimos por las encrucijadas y recodos del laberinto antes de alcanzar Utopedia no están expuestos de palabra en los vídeos y si tratados en este texto. 

Por otro lado, verán que el resto de artículos sobre educación recogidos en este número que celebra los 30 años de la revista y sus cien números publicados, aunque sin tocar directamente las cuestiones que nos ocupan en este curso, son igualmente de mucho interés.

Y toda la revista, la encuentran en: http://telos.fundaciontelefonica.com


  • UTOPEDIA
Cuentan los hombres dignos de fe -pero Alá sabe más- que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia
que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar y los que entraban se perdían.
Esa obra era un escándalo porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes y el rey de Babilonia, para hacer burla de la simplicidad de su huésped,
le hizo penetrar en el laberinto, donde vagó, afrentado y confundido, hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él, en Arabia, tenía otro laberinto y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día. Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y sus alcaides y estragó los reinos de Babilonia con tan venturosa fortuna que derribó sus castillos, rompió sus gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró encima de un camello veloz y lo llevó al desierto.
Cabalgaron tres días y le dijo: "¡Oh, rey del tiempo y sustancia y cifra del siglo! En Babilonia me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros. Ahora el Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar ni fatigosas galerías que recorrer ni muros que veden el paso."
Luego le desató las ligaduras y lo abandonó en la mitad del desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con Aquel que no muere.
Llevamos tres semanas en el laberinto. Y ahora nos aguarda otra sorpresa. Y es que se ha convertido en un desierto, otra forma de laberinto. Este desierto tiene unas extrañas señales que se perciben a gran distancia. Son cuatro gigantes de hierro hincados en sus arenas.
¿Qué hacen ahí? Son, seguro, las pruebas que superar, las claves que guarda el laberinto para que, si las desciframos, podamos salir.
La primera percepción que nota quien está perdido por este laberinto es que los cuatro monolitos están alineados y ahí quizá signifique algo. Vamos a ver; están alineados de este a oeste, es decir, de oeste a este también. y ahí ya está quizá guardado en esta regularidad uno de los primeros mensajes para la salida del laberinto.
Marca el camino pero, ¿en qué sentido? Si aceptamos que esta alineación es un mensaje perdido en el laberinto para salir ¿pero en qué sentido?
Y eso entra perfectamente en aquello que venimos tratando a lo largo del curso. Han sido dos temas principales, articulados, que han compuesto este curso. Uno de ellos plantearnos el modelo de sociedad que puede surgir de esta situación crítica en la que estamos.
Y la segunda cuestión era el papel de la educación para salir de este presente y para componer, para construir ese nuevo modelo. Pues bien, en todo momento, y ahora quizás es lo que nos está diciendo estas claves del laberinto, la evolución, y por tanto, lo que estamos ahora viviendo, es siempre una sucesión de encrucijadas, es decir, que en cada punto en el que estamos no tenemos asegurado, predeterminado, el siguiente paso que vamos a dar, así que, como encrucijada, salen varios caminos y unos de esos caminos nos llevan a resultados, a lugares indeseados y otros, por el contrario, a aquellos que quizás estamos buscando.
Y así hemos visto, y ahora tenemos que aceptarlo, a lo largo de todo este laberinto el riesgo permanente de que, en este punto en el que estamos, el camino que tomemos sea para agravar lo que ahora criticamos, el modelo de sociedad, los valores que la sostienen, la forma de instalarnos en el mundo, todo esto, considerado no deseado, queremos superarlo pero no por eso tenemos garantizado tomar el otro camino que sale de esta encrucijada.
Lo que quizá hemos trazado a grandes rasgos en Utopedia, en esta utopía que también está presente en este curso, es decir, el deseo de cambiar los valores, la forma de concebir el ser humano, la manera de relacionarnos con los demás e instalarnos en la sociedad, eso que deseamos, un nuevo modelo de educación que no sea la heredada de la sociedad industrial, todo esto es lo que pretendemos, pero no lo tenemos asegurado.
Por eso quizá, lo que nos están diciendo estos símbolos de los monolitos alineados es que estamos en un momento de encrucijada, en un umbral, y las dos posibilidades, la deseada y la indeseada, están presentes.

Segunda observación que el viajero por el laberinto descubre. Y es que, aunque los cuatro monolitos son gigantescos,  se percibe una cierta desigualdad entre ellos, no tienen la misma altura. ¿Es otra clave del laberinto para salir de él?
Creo que si. Es el tema también presente a lo largo de todo nuestro curso y que se formula, y la participación de los alumnos así lo ha mostrado, se formula de manera muy significativa cuando se dice, por ejemplo hablando del papel de la tecnología incorporada a los procesos educativos, cuando se dice, "bueno, pero es que con lo desigual que es el mundo, que estemos hablando ahora de iPhone o de 'smartphone', de tabletas, cuando hay situaciones tan hirientes por la desigualdad en las escuelas del mundo, en los sistemas educativos del mundo, ¿es justo?"
Quizá una respuesta apresurada, pero yo creo que con razón, se podía decir de la misma manera se nos podría echar en cara
los cuidados médicos que sólo unos privilegiados en países privilegiados pueden recibir y no por eso hay que criticar la investigación médica y los desarrollos de la tecnología aplicadas a la salud.
Lo que deseamos es que esto se pueda extender a todo el mundo, que suavice la desigualdad, pero no creemos que sea solución el intentar nivelar por debajo aquello que evidentemente está extraordinariamente desajustado según las partes del mundo. Eso creo que es importante, si nosotros pudiéramos decir en cualquier proceso que muestra esa desigualdad, es que esa desigualdad concreta, de avances científicos, de aplicaciones tecnológicas, de formas y hábitos de salud,
de educación, está basada, para conseguir eso, en explotar a otros, es decir, que para que tenga yo esto tiene que ser a costa de tener por debajo a otros, entonces evidentemente hay que rechazarlo. Pero es que estas desigualdades que tenemos
son desigualdades heredadas, que vienen de atrás. Lo que estamos hablando, sea la pedagogía, la educación, sea la tecnología aplicada a nuestra vida y en concreto la educación, es como una tela, como un mantel que se coloca en un terreno irregular.
Por muy buen hilo del que esté tejido esa tela, ese mantel va a tomar las irregularidades sobre la que reposa. Eso es lo que nos pasa, y lo que nos desorienta con respecto a la tecnología, a los nuevos planteamientos educativos, que extendemos esa tela, ese mantel de hilo muy fino sobre las grandes desigualdades que el hombre ha venido acumulando y agudizando en la sociedad industrial. Y eso, reconociendo ya esa desigualdad, ¿qué hacemos?.
Es entonces cuando hay que mirar a la tecnología, a la educación e incluso, como voy a señalar, al poder como instrumentos para intentar suavizar o eliminar estas profundas desigualdades.
La tecnología nos plantea esta paradoja: observamos que a medida que se desarrolla
-¡Y de qué manera tan espectacular!- agudiza las desigualdades, los problemas, las injusticias heredadas y sin embargo, y ahí está la paradoja, no podremos pretender cambiar este mundo desigual e injusto sin el uso de la tecnología.
Cualquier forma de ludismo en el siglo XXI es inapropiada.
Es necesario, por tanto, ver la tecnología como palanca, como una palanca que además cada vez va creciendo más y más uno de sus brazos y en consecuencia cada vez es, fruto de la ley de la palanca, es cada vez menos necesaria una fuerza en ese extremo para remover lo que tenemos en el otro, es decir, que incluso
utilizando esta analogía de la tecnología como palanca, al crecer tanto este brazo, cosas tan livianas como las ideas, los proyectos, las utopías, aplicadas con la tecnología pueden transformarse. Así que propongo que nunca hagamos asco a esa tecnología, apoderémonos de ella, controlémosla, conozcámosla pero, eso sí, asociémosla las ideas, los proyectos de transformación del mundo.
Y lo mismo la educación.
La educación, nos planteamos una y otra vez, ¿cómo definirla?, ¿cuál es su función en el mundo? Pues muy cambiante a lo largo de la historia, de las situaciones, de los lugares, pero tienen todos
antes y después, en un lugar o en otro, tienen el denominador común
de que
la educación se puede entender
como
el instrumento nivelador en una sociedad.
Es decir,
aquello
que aporta la educación
para intentar suavizar
o
llenar las carencias que hay fuera.
La sociedad,
el mundo,
es desigual,
es extraordinariamente irregular,
unos más, otros menos, carencias, excesos...
Pues bien,
es la educación aquella
que
de alguna manera
da lo que no tiene fuera alguna persona,
consigue suavizar desigualdades de tipo intelectual y no sólo intelectual,
en esa sociedad desigual e injusta.
Así que, si lo que se necesita
es que ese niño
que llega a la escuela está mal alimentado,
la educación además de darle libros
y además de darle conocimientos, información,
le da un vaso de leche.
Si vive ese niño, o esa persona
de más edad,
en un entorno
extraordinariamente anémico de información,
la escuela,
la educación a cualquier nivel, aporta una información que no se encuentra en ese lugar,
que para alcanzarla se necesitan privilegios
tanto de localización -estoy en esta gran ciudad y no en el mundo rural-
como de niveles económicos y sociales.
Así que
en todo momento
la educación
proporciona ese efecto nivelador y ahora que nos sobra en muchas partes del mundo y sociedades,
nos sobra
la información,
lo que reclamamos
para ese efecto nivelador de la educación
es
que nos proporcione
capacidad de metabolizar esa información
que en una sociedad del entretenimiento no tenemos, es decir, que nos ayude
a generar conocimiento.
Así que en cualquier momento
y situación,
la mejor manera de entender
qué hace la educación en una sociedad
es la del efecto nivelador.
Y por último,
educación y poder.
Claro,

no podemos olvidar también a este nivel
la analogía de la palanca.
La palanca,
cierto que es muy importante
la barra
de esa palanca,
pero tanto como eso
es el punto de apoyo y según donde coloques ese punto de apoyo
se podrá cambiar y transformar las cosas
por esa fuerza que apliques en el extremo de la palanca.
Pues bien,
no podemos separar
el poder de la educación.
La educación es siempre una forma de poder.
Un poder que quiere mantener el orden establecido, basado en privilegios o en exclusiones,
o un poder que quiere transformar el mundo.
Tanto uno como otro
tienen que recurrir a esa educación
para ese efecto del poder.
¡Que bien lo dijo ese republicano español
en los años treinta,
Roberto Castrovido, diputado, periodista, cuando dijo:
"se lo disputan
revolucionarios y contrarrevolucionarios, laicos y clericales,
es cierto,
porque la esencia de la revolución está ahí
en el Ministerio de Instrucción Pública"!

Otra de las pruebas que guardan estos monolitos de hierro
para salir de este desierto,
que es un laberinto,
es que observamos
que son unos gigantes de una sola pieza.
Y que esos gigantes
son de hierro;
y nos preguntamos:
¿cómo se han podido transportar hasta aquí?
Claro,
nos lo planteamos
nosotros,
humanos,
en el que
todos los objetos que nos rodean
ocupan un lugar.
Y si ocupan un lugar,
entre ellos hay distancias; y si hay distancias es necesario
emplear un tiempo para recorrerlas.
Sin embargo,
ese mundo virtual
del mundo digital que está emergiendo
se caracteriza, entre sus propiedades más llamativas,
que es un espacio sin lugares.
En consecuencia,
al no haber espacio,
o mejor, al no haber lugares en ese espacio,
el fenómeno de la granularidad
aparece.
O dicho de otra manera:
cuando tenemos que desplazar en este mundo real de objetos
un objeto de un lugar a otro
hay que calcular
la inversión
de energía,
de tiempo,
de dinero.
Así que hay que encontrar el volumen ideal
para realizar de la manera
más eficaz
ese desplazamiento.
Pero en un mundo
sin lugares
¿es necesario eso?
De ahí que aparezca
una consecuencia,
que es la granularidad.
Las cosas parece que
que se hacen cada vez más pequeñas,
porque trasladarlas
no supone
el mismo esfuerzo
que de este lado del espejo.
Así que,
cuando esa granularidad cada vez se ve de manera más palpable,
se nos plantea también la idea de ¿y en la educación?
¿podemos seguir con las mismas estrategias de empaquetamiento
del tiempo,
del espacio,
de los contenidos,
como lo estamos haciendo hasta ahora?
¿Se puede mantener la forma de empaquetar el espacio en aulas,
el tiempo en clases,
las asignaturas,
los libros de texto,
los cursos,
los títulos,
el curriculum?
¿O tenemos que plantearnos,
como en otras ocasiones a lo largo de estas semanas me he referido
a una forma de piezas de Lego,
en la que cada persona,
de acuerdo a sus capacidades, circustancias, intereses,
pueda,
porque se le ofrece a granel,
escoger esas piezas
e ir haciendo sus composiciones
al ritmo y de la forma que convenga?
¿Es un absurdo?
¿Es pedir demasiado al sistema educativo?
O por el contrario, ¿es ahora,
más que una oportunidad,
casi diríamos, una necesidad?
Sin embargo,
estamos
influidos naturalmente
por la concepción
del
modelo de la sociedad industrial
que se aplica a todo.
Y también se aplica
a cómo concebimos los procesos educativos.
Es decir, la idea de
la cadena de montaje,
la cadena de producción.
Es decir,
un proceso
programado, bien programado,
controlado y realizado por pasos en que en cada paso se incorpora un componente hasta dar
el objeto que se quiere conseguir.
Pues bien,
esa idea de montaje ¿no es lo que está sucediendo
en nuestro sistema educativo?
El profesor ya no es
ese maestro artesano,
sino más bien un especialista
que,
en su lugar de la cadena de montaje
hace la intervención sobre lo suyo concreto
y se lo pasa al siguiente y al siguiente.
¿No es cadena de montaje una clase,
para una asignatura,
con un profesor especialista,
y a continuación
repetir
otra clase,
otra asignatura,
otro profesor,
hasta
día tras día, año tras año, curso tras curso,
componer un producto pre-programado?
Eso sí,
con toda serie de controles de calidad.
Y, sin embargo, estamos observando que al final de ese larguísimo proceso,
cuando sale el objeto,
no encaja en ese nicho
del mercado de trabajo.
Y entonces, como cuando algo no encaja, lo intentamos resolver a base de limaduras.
O lo que es peor,
a que como no sale tan favorablemente
como se desea este proceso,
se intenta insistir más sobre lo mismo. Es decir,
programar más
y más controles de producción.
¿Es ésa la solución?
Y es entonces cuando me pregunto (y he hecho antes referencia):
¿todo lo que ya la sociedad industrial ha arrumbado,
se ha perdido irremediablemente?
Vamos viendo fenómenos muy sugerentes de cómo se recuperan cosas parecidas pérdidas
y que se reinterpretan.
¿Se podría reinterpretar
la figura del maestro?
¿De ese maestro
artesano
que tenía, como los artesanos,
su control completo de la producción del objeto?
¿No sería una posibilidad?
¿No hay quizá necesidad de eso?
Fíjense:
hemos hablado,
en esta misma semana,
de que una de las mejores formas de entender qué es la educación
es verla como
su función niveladora.
Es decir, intentar proporcionar en cada momento y en cada lugar concretos
aquello
de lo que se carece fuera
del sistema educativo.
Es decir, es siempre compensación,
proporcionar aquello que no se tiene fuera.
Y que como eso, naturalmente, cambia a lo largo
de los tiempos
y de los lugares,
pues evidentemente, no hay
por qué dar una uniformidad a esto que estoy diciendo.
Pues bien,
quizá
¿no hay necesidad, en la actualidad,
de recuperar
y reinterpretar la figura del maestro?
Un maestro
reinterpretado
que supondría
proporcionar cosas que quizá nos faltan en la actualidad,
como por ejemplo,
esa necesidad que proporciona el magisterio de proximidad. Es decir,
de identificación, de individualización de las personas
por estar
próximas a otras.
Y la afectividad como una de las formas imprescindibles de la educación,
y que un maestro es una de las cosas que más importante proporciona:
la afectividad.
Y esa afectividad que toma múltiples formas:
la del respeto, la de la admiración,
que no es la del sometimiento de una autoridad monolítica,
ni muchísimo menos.
Y sobre todo, algo muy importante:
la sabiduría.
La sabiduría entendida como algo que se adquiere en un momento de la vida cuando te das cuenta
que nada te pertenece,
que nada es tuyo;
que todo te lo han dado otros; otros contemporáneos tuyos, próximos, y otros alejados, desconocidos, anónimos
o perdidos en el tiempo pasado.
Y cuando te das cuenta que todo lo que tienes
te lo han dado,
intentas, de alguna manera,
que el esfuerzo que tú hayas realizado no lo consideres como algo propio, sino que tengas ese deseo,
también,
de volcarlo, de transmitirlo a los demás.
Y ésa es la mejor clave de la sabiduría.
Por eso,
el maestro José Luis Sampedro
dijo
sus últimas palabras
antes de fallecer
de la siguiente manera: "gracias,
muchas gracias a todos". Eso es la sabiduría.
La transmisión de los conocimientos
es como una hoja de papel:
por rica que sea su escritura, el texto que contenga,
si la sueltas, se cae al suelo.
Pero si consigues plegar adecuadamente esa hoja,
la conviertes
en un avión de papel,
entonces
puede surcar el aire
y llegar lejos.
Ésa es la educación, ésa es la pedagogía.
Pues bien,
de nada valdrá
hacer
los pliegues más acertados
para conseguir el avión más volador,
si lo que te rodean
son paredes,
es una estancia muy estrecha.
En seguida su vuelo se frustrará.
Pues bien,
sabiendo eso,
sin embargo,
lo que estamos percibiendo
es que cada vez,
en vez de dilatar esos muros o incluso
derribarlos
para convertirlos
en eso,
en una interpretación del aula sin muros,
se construyen cada vez
muros
más grandes,
más sólidos
y más estrecha la habitación.
Eso que llamamos el control. Y me pregunto ¿por qué ese afán de construir muros y cada vez más sólidos?
¿Será quizá
el miedo a que ese avión
se eche a volar?

Otra de las claves
que guardan estos monolitos
en este laberinto del desierto,
es
que siendo gigantes,
siendo de una sola pieza
de hierro,
sin embargo
son
unas auténticas láminas.
Y ¿no guardará también
otra cuestión
esta forma?
La pregunta de
¿no será la forma de representar
esa proximidad
del mundo
virtual,
y del mundo que llamamos real?,
¿cada vez
más próximos
a nosotros,
cada vez con menor separación entre uno y otro, hasta el punto de que ya hablamos de que lo virtual
habita entre nosotros?
Y la característica principal, que es lo que hace esa invasión
de lo virtual
en lo real
es que
lo virtual
no es, como podríamos pensar en una primera impresión,
una tecnología, un espacio que se se extiende como una red y envuelve el planeta.
No, es un fenómeno de contracción,
una contracción que lleva a un punto, a un álef,
en donde
aparece
el fenómeno, la propiedad de la ubicuidad.
Pero claro, esa ubicuidad,
es decir, ese espacio sin lugares, sin distancias, no sería efectiva
si
los que estuvieran aquí, en este otro mundo,
para alcanzar esta propiedad tuvieran, como es habitual aquí, tener que desplazarse de un lugar a otro
para alcanzar ese álef, no.
Es que,
paralelamente al fenómeno del álef, está el fenómeno de la prótesis.
Es decir,
que los seres humanos empiezan a dotarse
de una prótesis
que les permite que en cualquier lugar donde se encuentren tienen acceso al álef.
Y eso es lo que hace
que ese otro mundo
esté tan presente,
habitando entre nosotros.
El Mar Negro
guarda una historia;
no sólo una historia geológica, sino también una historia humana muy interesante.
En un momento
las aguas del Mediterráneo
penetraron
por el estrecho actual
en un territorio, y lo fueron inundando
hasta alcanzar esas extensiones de agua
la costa que ahora marca el Mar Negro.
Pero parece ser, según nos dicen geólogos y arqueólogos,
que esa inundación
fue
muy rápida.
Es decir, que se sintió como inundación.
Se sintió como catástrofe.
Y el resultado que queda, quizá, grabado
en los restos arqueológicos
que yacen bajo las aguas
provocó toda una perturbación en las poblaciones que ahora están sumergidas.
Y es posible que eso permita
explicar, como dicen algunos, que una de las raíces de ese mito universal del Diluvio
sea la de este hecho histórico.
Cierto
que
por ser universal,
en cualquier lugar donde vayamos,
de culturas distintas nos encontramos con alguna de las interpretaciones del Diluvio.
Es que claro,
en cualquier punto del planeta,
hay montañas
en las que se encuentran en esas alturas restos fósiles de peces,
que sólo para una
persona que no tenga conocimientos de geología y de la orogénesis y sepa que las montañas tienen su origen en el fondo
de los mares y que luego ascienden,
pues pensará que ha tenido que haber un gran ascenso de las aguas, es decir, un diluvio,
para que puedan encontrarse esos restos en esas alturas.
Pero desde luego,
lo que sí es posible
es que fruto de, como digo, de esa experiencia
histórica,
allí haya una raíz
de
uno de los mitos,
una de las interpretaciones del mito del Diluvio.
Y ahora les pregunto, y quizá es lo que hay de clave
en este punto del laberinto,
en esta estrechez
de estas láminas y qué quiere decir,
y es
¿quizá no estemos nosotros viviendo ahora
otro fenómeno del Diluvio?
Es decir, otra grandísima inundación,
una inundación de un mar
de unas aguas de ceros y unos,
que entran
en un territorio de átomos, de objetos, de lugares,
y que fruto de ese
anegamiento, de esa invasión, se produce, como en toda inundación,
una alteración de lo establecido
y hasta un reblandecimiento de lo que hasta ahora era estable.
¿No se está produciendo esto en nuestro mundo,
ante nuestros ojos sorprendidos?
Pero lo interesante de estos fenómenos
de inundación es que si en una primera etapa es anegamiento, invasión,
hay luego una contención
y finalmente la aparición de un fenómeno muy sugestivo, muy sugerente,
y es
que se empieza a crear una dualidad
entre el agua y la tierra.
Y el resultado de ese encuentro dual
aparece el fenómeno de la playa,
que es una línea difusa,
que funciona, precisamente, por el encuentro de las dos. Pero es más, más todavía que el encuentro.
Por la fluctuación,
por las mareas,
por la pleamar y la bajamar, por el flujo y el reflujo... y el resultado es una borrosidad que llamamos "playa".
¿No será ése nuestro mundo en el que tenemos que habitar?
¿Ese mundo dual?
¿El acostumbrarnos a vivir en esa costa, en esa playa,
en donde tenemos al mismo alcance
el agua de los ceros y unos y el de los átomos?
Y desde el punto de vista educativo,
¿podemos seguir manteniendo
una educación sin percibir esa dualidad?
Hay momentos
en que veo el sistema educativo
como un aula inundada
en donde, fruto de esa presencia del agua,
los objetos,
los de siempre,
están flotando
y mostrando entonces la inconsistencia de todo aquello que flota.
Y es que
la educación tendrá que adaptarse
a esa dualidad;
a tener que tratar con personas
que, fruto de la dualidad, están en permanente resonancia
de un mundo a otro.
Eso ahora nos perturba y nos parece desatención.
No sabemos cómo interpretar esos comportamientos,
pero son los síntomas
de que estamos ya
pisando esa playa.

Intuyo que es la última clave del laberinto y esta se expresa en el número cuatro.
¿Por qué cuatro monolitos de hierro en el desierto de arena?
"Cuatro" en árabe es el origen de la palabra en español "arroba".
Arroba como medida de peso y para denominar la abreviatura de los copistas de manuscritos.
El rasgo de la letra "a", en vez de conectar con la letra siguiente, se vuelve hacia ella y la encierra.
Ahí está el símbolo de la clave, de la última prueba del laberinto en el que llevamos ya cuatro semanas.
Desvelada esta clave, nos dice que estamos encerrados en el presente,
un presente con la incertidumbre de todo laberinto,
pero un laberinto no es para quedarse arrinconado, estático, sino para moverse por él.
Así que la búsqueda empeñosa de la salida es la que construye el futuro sin salir por eso del presente.
Pero a la vez, el laberinto es volver, volver a puntos, a lugares por los que ya hemos pasado
y reconocerlos.
Ese es el pasado, que también se construye sin salir del presente; la memoria, para evitar
el extravío, es el reconocimiento de los lugares por los que se ha transitado.
Un laberinto interminable nos daría la inmortalidad
así que no deseamos llegar a la salida del laberinto
pero tampoco parar de recorrerlo.
Si el presente no fuera un laberinto, es decir, tiempo plegado, sería tan solo un punto en una línea recta,
un instante que vuela, como diría Valle Inclán.

Hemos viajado juntos todo este tiempo.
Muchas gracias por su estimulante compañía.
Y como el laberinto es volver,
deseo que en una de sus vueltas y revueltas
nos encontremos de nuevo.


En la revista colombiana ERRATA#8 tienen un texto (pág 82 y ss.) que les servirá de refuerzo de conceptos clave encontrados en el deambular por el laberinto y la exposición sucinta del propósito, más que concepto, de Utopedia.

Un clic en la imagen para acceder a la revista:

http://issuu.com/revistaerrata/docs/errata_8_intertransdiciplinariedad_/82

Y este libro recoge buen número de los temas sobre educación tratados en este curso:

Rodríguez de las Heras, Antonio. Metáforas de la Sociedad Digital. El futuro de la tecnología en la educación. Madrid: Ediciones SM, 2015. Más información y primeras páginas del libro en este enlace: http://www.ardelash.es/sm22.

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