DEMOCRACIA Y DECISIONES PÚBLICAS.

 DEMOCRACIA Y DECISIONES PÚBLICAS.




No hay aspecto en la vida de las personas en todo el planeta que no esté afectado de una manera u otra por las políticas públicas de sus gobiernos, de sus municipios o de organismos o instituciones como la unión europea, el fondo monetario internacional o por ejemplo los acuerdos que generan el tratado del libre comercio o el mercosur.

Los poderes públicos actúan apremiados por todo tipo de situaciones y problemas, desde los accidentes de tráfico al desempleo, las necesidades educativas, la conservación del medio ambiente, los desastres naturales, la falta de alimentos o por ejemplo la gestión de hospitales o de universidades.

Todos somos conscientes de la importancia de estas decisiones para emprender reformas, cambios, transformaciones de aquello que no funciona y mejorar así las condiciones de vida de la gente. Pero también sabemos que para cada problema existe no una sino varias soluciones y que detrás de cada alternativa hay personas e intereses.


1.1 Política y políticas

Es evidente por lo tanto que hablaremos
de política y hablaremos de cómo se toman las decisiones,
qué efectos tienen, por qué se toman, quién gana y quién pierde en
relación a estas decisiones. De hecho, hablar de políticas públicas
es hablar también de política

Politics sería la actividad política, la acción política, el debate de las instituciones, los partidos, aquello que los periódicos acostumbra a aparecer en las
páginas donde pone arriba política. 


En cambio cuando hablamos de policies estaremos hablando de políticas públicas, entonces normalmente en los periódicos
no sale en ese apartado de política 


Y se reserva la palabra polity para hacer referencia más bien al régimen político, al sistema político


En este curso vamos a trabajar más bien sin despreciar las aportaciones de Lasswell y por lo tanto los elementos
analíticos que son imprescindibles, vamos a trabajar y de ahí el nombre del curso, vamos a trabajar con la idea de que estamos en un curso
que habla de política  y que habla de políticas y de las relaciones entre política y políticas.

1.2 El ciclo de formación de las políticas públicas

¿Por qué?
¿De dónde salen las políticas públicas?
¿Qué determina su nacimiento en determinados momentos y lugares?

Al contestar o intentar contestar estas preguntas el proceso de formación de las políticas públicas Para ello hacen uso de diversos modelos que intentan explicar este proceso siendo uno de los más utilizados el llamado modelo heurístico.
Este modelo divide el proceso de formación en un conjunto de fases.
En primer lugar, la fase de formación de la agenda es el momento en que se decide qué es un problema público y qué no lo es y sobre el conjunto de problemas públicos sobre cuáles actuar y cuáles dejar de lado.

En segundo lugar, encontramos la fase de la formulación y decisión sobre la política. Es la fase en que después de un proceso de debate político y de análisis técnico se decide qué es lo que se va a hacer concretamente ante el problema planteado. En la práctica este tipo de decisión lo que implica son cosas como el incremento del salario mínimo, la puesta en marcha de un nuevo servicio para personas sin hogar o una nueva convocatoria de subvenciones por ejemplo para la innovación empresarial.

En tercer lugar está lo que se llama la fase de implementación. Después de la decisión de hacer algo llega el momento de hacerlo realmente. Para entendernos, la implementación sería lo que ocurre entre que se ha decidido construir un nuevo hospital y que el hospital está en
marcha en algunos médicos y pacientes.

Finalmente, una vez la política se ha implementado viene el momento de evaluarla.

1.3 Ganadores y perdedores.


El buen gobernante según este punto de vista sería aquel que no tiene servidumbres
a intereses particulares y también suficientemente competente para solucionar lo que a menudo ellos mismos denominan los problemas reales de la gente (INTERÉS GENERAL).


Pero fijémonos bien, este argumento es un poco tramposo y es que raramente existe tal cosa a la que podamos llamar el interés general de todos los españoles o de los ciudadanos de cualquier otro país para el caso o que podamos llamar los problemas de la gente, de toda la gente. La gente suele tener ideas bastante distintas sobre cuales son sus problemas y qué esperan de los poderes públicos al respecto.

Vamos a verlo con algunos ejemplos. Empecemos por la situación más sencilla, una comunidad extremadamente pequeña, pongamos un edificio con 10 viviendas Ven que cada mes porque lo decidieron un día los vecinos hacen una pequeña aportación a un fondo para contingencias, es decir para cuando algún día surja la necesidad de arreglar el ascensor o reparar una cañería o pintar la fachada. Hasta que sucede que un día una reunión de la comunidad hay un vecino que propone dejar de hacer esta aportación otro que no hay ninguna necesidad urgente a la vista y porque él ha perdido el trabajo hace poco y le viene muy mal pagar esta cantidad, pongamos 50 euros al mes. Es un argumento totalmente legítimo y razonable que todo el mundo comprende. Sin embargo otra vecina pide la palabra, una señora mayor que se opone. Ella cobra una pensión, sabe que puede
pagar los 50 euros al mes y esto le da seguridad porque si algún día surgiera
algún problema en el edificio con el ascensor, las cañerías, no tendría que
hacer frente una derrama de golpe de 500, 1000 o 2000 euros que quizás no podría
pagarle y generaría un gran problema. Para ella estos 50 euros son
el precio de la tranquilidad, otro argumento legítimo y razonable. La cuestión ahora no es quién tiene
razón o qué pueden hacer los vecinos de esta comunidad. La cuestión que queríamos destacar
es que de una comunidad tan pequeña, 10 hogares y ante un problema
tan sencillo no existe nada a la que pudiéramos llamar el
interés general de los vecinos.
Cada vecino tiene su propio problema, uno su seguridad económica presente,
otra su seguridad económica futura y cualquier decisión que se tome implicará
que alguien gana y otro pierde. 

Cambiemos ahora de escenario,
pensemos en algunas calles de Barcelona donde el bullicio
nocturno se ha convertido en norma. Quienes tienen bares y restaurantes
en los bajos de los edificios, los que podríamos llamar los vecinos
de abajo quieren que el ayuntamiento les de licencia para poner más terrazas,
más mesas y más sillas en la calle con el legítimo interés de ganarse mejor
la vida y generar actividad económica. Quienes viven en los pisos o apartamentos
la parte de arriba de los mismos edificios por tanto les podíamos llamar
los vecinos de arriba quieren que el ayuntamiento deniegue y retire las
licencias para estas terrazas, mesas y sillas también con un noble propósito,
el de poder dormir bien por las noches. De nuevo una calle probablemente
con no más de unos centenares de personas no hay nada
a lo que nosotros pudiéramos llamar el interés general de todos ellos
o el problema de la gente. Haga lo que haga el ayuntamiento con las
terrazas de los bares unos ganarán y otros van a perder con la decisión.

La existencia de ganadores y perdedores
es la forma general en las políticas públicas especialmente si nos elevamos
al ámbito de las grandes decisiones.
A mayor número de personas mayor número
de intereses mayor número de valores, ideas y problemas que entran en juego y
por tanto mayor dificultad para que una decisión pública lo
satisfaga a todos ellos. Por ejemplo, subir el impuesto
sobre la renta para cubrir el coste creciente del sistema sanitario
implica un coste para quienes pagan y un beneficio para los usuarios
de servicio sanitario público. Incrementar la ratio de la
escuela pre-infantil pública, pongamos por ejemplo de 12
a 15 alumnos por grupo. Los maestros pierden you que ahora con un
grupo mayor soportan una mayor carga de trabajo y de estrés. Los 12 alumnos que hubieran igualmente
accedido a este servicio pierden en calidad puesto que ahora un mismo alumno
está en un grupo más grande y recibe una menor fracción de la atención de sus
maestros pero ganan los tres alumnos adicionales y sus familias obviamente,
puesto que antes se quedaban sin plaza y ahora gracias al incremento de ratio
ahora tienen una plaza en la guardería. Otro ejemplo,
dedicar el incremento del presupuesto de agricultura a subvencionar el maíz
en lugar de subvencionar el tomate. ¿Quién gana? Gana quienes cultivan maíz, dejan de ganar
o pierden quienes cultivan el tomate. Ubicar la estación de tren de alta
velocidad en Tarragona en lugar de hacerlo en Reus,
una ciudad que está muy cerca, ganan los de Tarragona pierden
los que viven en Reus. Una nueva regulación ambiental
implica un coste para la industria porque deben poner unos
nuevos filtros en las chimeneas que quizás son caros y un beneficio para
quienes respiran un aire más limpio. Tomar consciencia de
que existen ganadores y perdedores nos sirve en primer lugar
para poner sobre la mesa una reflexión. La política así escrita en P mayúscula
es una actividad más elevada y más compleja de lo que
a veces nos queremos. 

Decidir y actuar no consiste solo en
ser un administrador competente y diligente de los problemas de la gente. Consiste en distribuir
costes y beneficios o conseguir generar acuerdos que repartan
de forma aceptables las razones y las frustraciones o en hacer un
ejercicio de autoridad para imponer un ganador sobre un perdedor sobre la
base de determinadas ideas y valores.
 

En segundo lugar apuntaremos una
consecuencia a efecto del proceso de formación de las políticas. Puesto que las decisiones que toman los
gobiernos como hemos dicho pueden generar ganadores y perdedores, si la gente se
da cuenta y anticipa que puede ganar o perder con una determinada decisión
lo normal es que se movilice de alguna manera para conseguir que
la decisión del gobernante sea la que más conviene a sus intereses o la que
mejor encaja con sus valores e ideas. Por eso la gente,
las organizaciones, los sindicatos, las asociaciones de vecinos,
empresas, etcétera se constituyen lo que llamamos actores que tratan de
influir en las políticas públicas. 

Es cierto que formalmente el poder
y la capacidad legal para tomar las decisiones las tiene el gobierno elegido
democráticamente pero la democracia no consiste solamente en votar y luego
quedarse en casa a aceptar pasivamente cualquier decisión que tome le gobernante
sino que consiste también en que una pluralidad de actores trate de influir,
argumentar, denunciar, manifestarse, hacer campañas, donar dinero,
intentar empujar o frenar de alguna manera en casi todos los ámbitos en los que
se producen los problemas colectivos

Por ello, el politólogo Charles Lindblom
dijo que el proceso de formación de las políticas públicas responde más
a un proceso de interacción que a uno de acción o dicho de otra forma, el proceso
de formación de las políticas públicas es fundamentalmente político,
esto tampoco debería de ser una sorpresa. Lo que hemos dicho hasta ahora no
quisiéramos que se confundiera con una declaración de relativismo,
es decir puesto que todas las políticas implican ganadores y
perdedores no hay políticas mejores que otras porque todo depende de quien
lo mire, no se trata de eso. Sencillamente lo que queríamos destacar
es que al no haber intereses y valores unánimemente compartidos por toda
la población lo normal excepto quizás en algunos asuntos que se mueven en una
arena muy técnica es que haya conflicto y por lo tanto hay apolítica y
por lo tanto haya movimiento de actores detrás del proceso de formación. Por otra parte tampoco quisiéramos que
te imaginarais este conflicto como un conflicto entre personas u
organizaciones con las ideas muy claras siempre buscando cada uno el
interés propio y dedicarnos a peleas entre ellos para ver quien se lleva el gato al
agua, a veces es así pero no siempre. En la sesión tres que hablaremos sobre
actores veremos que los actores que influyen en el proceso de formación de las
políticas públicas son de tipo diverso, intentan representar intereses
también diversos que no siempre son el interés propio y que juegan roles
muy distintos en el proceso. También quisiéramos destacar otra
cosa y es que el conflicto existe no solo entre personas o actores
sino también entre los valores e intereses dentro de una misma
persona o un mismo actor. Por ejemplo,
si a mi me preocupa la escuela pública, yo soy un gobernante y la quisiera
mejorar, ¿mejorar en qué? En excelencia, en igualdad, en promover
el espíritu crítico de los niños, en todo me gustaría pero la reforma
que probablemente incrementa más la proporción de alumnos con resultados
excelentes no necesariamente es la más adecuada para reducir la proporción
de los niños con los resultados peores o la que más estimula su creatividad
y su espíritu crítico. Hay un permanente trade-off que se dice en
inglés entre nuestros diversos valores e intereses, aunque todos
los valores sean buenos, es complicado satisfacerlos
todos a la vez. La política pública que más mejora un
criterio no es la misma que mejora oro y por tanto cuando uno decide implicar a
promover un criterio sobre otro trenes más rápidos o más baratos, parques naturales
mejor conservados o más accesibles para que puedan ser más visitados, mejores
servicios públicos o menos impuestos. El óptimo absoluto para todos
los criterios es muy raro. Por tanto decidir no solo implica dar la
razón a unas personas sobre otras sino también implica priorizar
unos valores sobre otros. Unos ganan mientras que
otros se resienten.


¿Qué es un problema público?



¿Qué papel juega la política,
la técnica, el debate entre perspectivas analíticas o perspectivas más sociales
frente a un determinado problema?

Lo normal sería imaginar que, digamos, si tenemos un problema social o cual que
hemos dado la respuesta en que hemos mejorar y busquemos las mejores
alternativas que existen desde el punto de vista técnico y que escojamos aquella
cuyo rendimiento, digamos, sea más óptimo. Es decir, la hipótesis del defensor
racional siempre nos aparecerá. Tengo este objetivo,
dispongo estos recursos, analizo cuales son las mejores
alternativas disponibles. Veo cual es la que con menos costes
consiga mejores resultados y elijo este camino como el camino óptimo. El problema es que no estamos ante una,
digamos, ante una situación en la cual los elementos de valores, de intereses,
de biologías no cuenten, sino al revés. Estamos en este carácter público, de
carácter político en un cual los actores defienden sus posiciones y utilicen para
defender sus intereses también elementos de argumentos de todo tipo, argumentos
que son técnicos, pero argumentos que son también que tienen que ver con el
interés común, con el que en común. Por lo tanto,
ante un problema de carácter público, al cual quiere dar
respuesta a una política, podíamos imaginar que tenemos
una perspectiva que es básicamente la que nos da respuesta desde
el punto de vista técnico a ese problema. Es decir, nos planteamos cual es la
viabilidad técnica de esa solución. Pero desde una perspectiva política, el político no solamente está
preocupado por la viabilidad técnica. También está preocupado por
mantener aquello que, digamos, ha sido necesario para obtener esa
posibilidad de decidir que esa iii nación política y social, estilo con ascenso
social, con lo que cuentas su actuación. Por lo tanto,
desde una perspectiva más política, diríamos que el problema
es de viabilidad social.
Claro, idealmente,
las mejores respuestas políticas seguían aquellas que relacionada a
viabilidad técnica combine en red social, es que combinar las dos perspectivas. ¿Es ello siempre así? Diríamos que depende de las situaciones. 

Si un político le obligas a decidir entre
viabilidad técnica y viabilidad social, lo más probable es que acabe de decidir
no por viabilidad social de su repuestas.

 Y que entienda que quizá la solución
adoptada no sea técnicamente la mejor, pero es aquella que
socialmente es más viable. Nos encontraríamos por lo tanto ante
un trade-off entre viabilidad técnica y viabilidad social. En este orden de problemas, recuerdo un
libro que me impartió en su momento de Giandomenico Majone que se llamaba
Evidencias, Argumentos, Persuasión. Creo que es un libro interesante
porque pone de relieve, digamos, la relación entre tres elementos que están
formando siempre parte del debate en el, en las políticas públicas. 

Por un lado, los elementos que de alguna manera incorporen en el
debate los hechos, las evidencias.
Por otro lado, el tipo de argumentos que los distintos actores
construyen sobre estas evidencias.
Y el tercer elemento sería la
capacidad de persuasión
que estos actores tengan en relación
conjunto bajo la sociedad.

 Desde el punto de vista técnico, podríamos decir que lo
importante son las evidencias. Desde el punto de vista político y social, lo importante es la que
pase de persuasión. Y en medio están los argumentos que los
distintos actores pueden construir, atención, sobre los mismas,
sobre las mismas evidencias. Es decir, el hecho de que tengamos
un número determinado de, de personas muertas por accidente
de tráfico es una evidencia. No es discutible. Lo que es mucho más discutible
es el argumento sobre el cual operados y distintos actores para
decir que la culpa es de las carreteras, la culpa es del uso del alcohol,
la culpa es, digamos, esencialmente de la
indisciplina de los conductores y depende de los intereses de cada actor
si utilizarán distintos argumentos. Al final, el resultado será aquel que sea
posible desde el punto de vista técnico por un lado, pero también social por otro.


1.6 Tipos de políticas públicas


Vamos a referirnos a un trabajo de Lowi
que ha tenido una gran significación en políticas públicas que publicó a finales
de los 60 principios de los 70 y que acabó configurando un esquema de análisis
que sigue teniendo mucha influencia.

Posteriormente Wilson en el año 73
modificó ese esquema de relación entre política y políticas y ese esquema
es el que vamos a utilizar a continuación.

El gran impacto que tuvo el artículo
de Lowi fue que era contra intuitivo, o sea normalmente pensamos que depende
digamos de la orientación política de los gobiernos o de los partidos, las políticas
acabarán siendo pues más de derecha, más de izquierda, más transformadoras,
menos transformadoras, es decir la ecuación sería politics, no, influye en policies, o en castellano
la política influye en las políticas. Lo que Lowi,
y por eso se hizo tan famoso su artículo, trató de demostrar es que
en muchos casos el tipo, la forma concreta que tienen las
políticas, el ámbito sectorial en el que se desarrollan acaban definiendo
el tipo de conflicto político, es decir que podemos decir al revés
que antes son las políticas las que definen el tipo de política o en
inglés policies determina politics

Posteriormente, digamos un, se realizó un cuadro


en el que se
trató de analizar esta experiencia o esta propuesta mejor dicho de manera un
poco más digamos tipo lógicamente definida y se definieron que los costes
por ejemplo podían ser, los costes para los ciudadanos, los costes
para los sectores o los actores implicados podían ser de caracter concentrado
o podían ser de caracter difuso. Cuando hablamos de costes difusos nos
estaos refiriendo a que no afectan concretamente el sector sino que de
alguna manera afectan a más de un sector, de manera más o menos indeterminada. Y al mismo tiempo que los beneficios
podían también ser concentrados, es decir aquellos que se beneficiaban
de la política podían digamos ser claramente definibles o podían
ser más bien unos beneficios difusos. A partir de este cuadro, este cuadro
de doble entrada se definían ciertos tipos de políticas, por ejemplo costes
concentrados beneficios concentrados. Aquí tendríamos lo que llamaríamos
las políticas redistributivas, cuando los costes, los beneficios son
concentrados y los costes difusos tendríamos más bien
políticas distributivas. Costes concentrados beneficios difusas
tendríamos las políticas regulativas. Y aquí en este ámbito en donde los costes
son difusos y los beneficios también son difusos podríamos considerar que estamos
hablando de políticas institucionales o constitucionales, es decir que afectan al
entramado más bien del sistema político. Fijémonos las políticas redistributivas
clásicas son las políticas fiscales o de carácter social, es decir que digamos el
estado, las instituciones a través de la política fiscal recaudan impuestos
hipotéticamente grabando más a los más poderosos y menos a los menos poderosos, a
los sectores más populares de la población y de esta manera con estos recursos lo que
hacen es emprender políticas educativas, sanitarias, sociales que facilitan
la redistribución de la riqueza. Entonces los beneficios están concentrados
porque afectan a sectores concretos que sin esos recursos no tendrían
acceso a la educación, a la sanidad pero los costes también
están concentrados, ¿por qué? Porque afectan a sectores sociales muy
concretos, o sea tienen más renta. Lo que dice Lowi es en estos
casos ya podemos predecir que el conflicto lo podemos ya anticipar,
es decir estar a favor aquellos sectores y aquél tipo digamos de partidos
políticos que están a favor más bien de la igualdad y de la redistribución y estarán
en contra aquellos que no quieren que el estado se meta en temas de mercado,
etcétera, es decir aquí tendríamos un eje de conflicto político claramente
determinado que es derecha izquierda, es decir que el tipo de políticas nos
determina el tipo de conflicto político. En cambio aquí qué tendríamos, tendríamos más bien unas políticas típicas
distributivas, son aquellas en que el estado decide asumir los
costes de instalara una, un centro polideportivo o una biblioteca
o un teatro en una determinada localidad. ¿Quién paga esa infraestructura? La pagamos todos, todos los ciudadanos
en ese estado asumimos los costes a través de los impuestos y por lo
tanto el presupuesto general es el que ayuda a financiar esa obra. En cambio aquí quién se va
a beneficiar de esa obra, pues aquellos habitantes del entorno de esa
infraestructura que podrán ir al teatro, a la piscina,
o podrán digamos ir a la biblioteca. Los costes son difusos, lo pagamos todos, los beneficios están concentrados,
afectan a un sector concreto. Estas son un tipo de políticas
dice Lowi que les gusta mucho a los políticos porque de alguna manera
les permite general clientelismo, es decir hay una clientela concreta a la cual le
pones una determinada infraestructura, ellos están agradecidos y a la
final acabarán votándote. En cambio los costes no está claro quien
los asume, los asumimos todos por tanto son un tipo de políticas dice él, que el
tipo de conflicto político en general es más bien bajo, porque los partidos
incluso se pueden poner de acuerdo, partidos distintos a la hora de
votar presupuesto, si tu me apoyas en el polideportivo de tal sitio yo te
apoyaré en la biblioteca de tal sitio, es lo que se conoce en inglés
como el proceso de logrolling, es decir nos ponemos juntos, es decir
acordamos sobre este tema, a lo mejor no acordamos sobre otros pero acordamos
sacar del presupuesto recursos suficientes para digamos de alguna manera satisfacer
a nuestras respectivas clientelas. En el caso de las políticas regulativas,
tendríamos en cambio que los costes están concentrados, por ejemplo imaginemos
tenemos que cambiar como detectamos que hay un nivel de polución excesivo,
vamos a regular la producción de CO2, de las industrias
que están cerca de la ciudad. Esas industrias tendrán que
cambiar su sistema productivo, por tanto los costes estan concentrados,
ellos van a asumir los costes. ¿Quién va a beneficiarse? El conjunto de la ciudadanía que de alguna
manera podemos decir va a respirar mejor, lo que pasa es que a diferencia de las
anteriores, en estas está muy claro los que se van a oponer a esa políticas
porque son los que asumen los costes. En cambio no está nada claro que se
vayan a movilizar a favor aquellos que en el futuro se van
a beneficiar de esa política. Por tanto son, dice Lowi son políticas que tienden a ser complicadas de poner en
práctica, el conflicto político es alto, los costes para los decisores son altos
y cuestan mucho de llevar a la práctica. Y estas en general, cuando los beneficios
son difusos y los costes son difusos más bien son políticas de corte,
cambio en el sistema electoral, cambio en la ley de partido, donde tampoco
la ciudadanía no está muy presente, por tanto es una cosa mas de insiders no, de
los que forman parte del sistema político. Bien, como vemos sin poder llegar
a la conclusión que solamente las políticas son las que determinan
la política, tampoco, también tenemos que ponernos de acuerdo con Lowi que es
muchas veces es cierto que son el tipo de políticas las que determinan el conflicto
político, es decir seguramente yo creo que una de las conclusiones
de esta reflexión sería atención, no siempre la lógica de la política
es la que nos explica las decisiones políticas sino que también el tipo
de decisiones políticas que tomamos nos pueden explicar a veces acuerdos
políticos que quizás no explicaríamos en términos clásicos de alineación
política derecha izquierda.

Hola, mi nombre es Fernando Vallespin,
y me gustaría hablar sobre un tema que creo que es importante,
que es el valor que hoy tiene lo político en unos momentos en los cuales, se está
reconfigurando completamente el poder. Por eso cuando hablamos de política
y políticas, yo creo que es muy importante tener ese trasfondo,
saber cuál es ese trasfondo para, poder analizar con mayor conocimiento
de causa lo que está ocurriendo, desde la perspectiva política,
exclusivamente. Y a este respecto,
me parece muy didáctica, una distinción que hace Simund Bouman,
cuando distingue entre, por un lado, el poder, que para él es la
capacidad para hacer cosas, la capacidad para conseguir, conseguir
fines sociales, Y por otra parte sería, la política, que es la capacidad para
decidir cómo queremos hacer las cosas. Por tanto, tradicionalmente las
dos ideas iban unidas, el poder se encuadraba dentro de lo político, dentro
del Estado, dentro de las instituciones, que nos encontramos con que se
ha producido una clara escisión. El poder va por un lado,
y la política va por otro. Esto lo sabemos fundamentalmente
cuando analizamos la globalización, que es además el caso que permitió
a Bouman introducir esta distinción. Pero también, yo creo que se puede
incorporar a otro tipo de reflexión, que es cuáles son los límites de lo
político cuando tiene que enfrentarse a un mundo tan complejo,
como el mundo en el que vivimos. Y cuando hablo de complejidad aquí, me
estoy refiriendo a que la política you no es la sede de las decisiones fundamentales
que se adoptan en una sociedad, sino que en muchos casos la política tiene
que actuar en rescate de esa sociedad. La política no decide cómo
debe vivir esa sociedad, sino cómo puede defenderse esa sociedad,
frente a poderes que you no controla. Esta complejidad también tiene que ver
con que cada vez se nos reduce menos el ámbito de la acción,
aunque parezca una paradoja. Aquí, me estoy refiriendo,
específicamente ahora a la incapacidad creciente que tienen los organismos
políticos para regular sectores, que, digamos, cuyo control se escapa
a su capacidad política efectiva. Es decir you se escapan
a un control político, y evidentemente al escaparse de un control
político, se escapan también por parte de los ciudadanos a un control democrático
de esos procesos políticos. Nuestro mundo es un mundo crecientemente
tecnificado, es un mundo donde la mayoría de las, donde la mayoría de las decisiones
son adoptadas por personas, grupos, instituciones, empresas, que están en
posesión de un conocimiento experto. Esas personas, esas instituciones,
esas empresas, al final, tienen la capacidad de imponer ese
conocimiento como una necesidad en sí misma, sin cuestionar si, caben otro tipo
de alternativas para resolver problemas. Un ejemplo puede ser,
digamos las políticas energéticas, cuales, digamos la reconciliación
entre democracia y tecnocracia, que en el fondo es lo que subyace a esta
disyuntiva que yo estoy presentando aquí, lo dice, o se puede ver muy claramente. O sea, desde la perspectiva de la
teoría democratica obviamente el conocimiento experto lo que hace
es ofrecernos alternativas, que después los ciudadanos compramos o no. Compramos una, y no compramos otra. Optamos por una, mayoritariamente. Y en teoría esa es la alternativa
que tenemos que aplicar. Lo que ocurre es que muchas veces, el conocimiento experto,
lo que hace es invadir esa capacidad de decisión del ciudadano presentando una
de las opciones, como la única posible. Lo hemos vivido muy recientemente,
lo vemos siempre, casi siempre en las disputas sobre políticas energéticas,
pero lo hemos vivido muy recientemente en Europa en todo lo que se refiere
a la gestión de la crisis. Sólo ha habido una opción que realmente
se ha tomado en serio, como la única posibilidad, que es precisamente
esta de las políticas de austeridad y las reformas en la dirección precisamente, que
se impuso desde Berlín y desde Frankfurt. ¿Qué es lo que... ?
¿Cuál es la conclusión a lo que podemos
llegar en esa primera impresión? Pues la conclusión a lo que podemos llegar
es que la política no solamente tiene que ver con la elección de una opción para
una sociedad en un campo determinado, sino que la política,
lo que hace muchas veces, es adaptarse a los códigos,
las lógicas, el poder fáctico que existe y que penetra activamente
dentro de cada uno de esos ámbitos. Pero no entendemos nada de la política,
si no somos conscientes de que hay un papel para la acción pero
que ese papel de la acción siempre, inevitablemente, tiene que adaptarse,
tiene que estar inmerso entre todo un conjunto de sistemas que lo
afectan y lo afectan muy directamente. Una de las grandes decepciones a la que
nos tiene acostumbrada la democracia, deriva precisamente de esto. La democracia parte de la base de que los ciudadanos tienen capacidad de acción para
transformar el mundo en el que viven. ¿Cómo se traduce esa energía ciudadana
despues en decisiones políticas concretas? Ahí es dónde entra, entramos you, salimos del ámbito de la política y
entramos en el ámbito de las políticas. Y una vez que entramos en el ámbito de
las políticas, entramos, para poner una metáfora, en un ámbito en el que esa
energía, digamos, ese agua, ¿no?, que fluye sobre el sistema político,
de abajo a arriba, desde los ciudadanos hacia el propio
sistema, ese agua, pues aparece dentro de todo un conjunto de canalizaciones
donde, digamos, al final las propias canalizaciones van dispersando el agua de
tal manera que cuando llega a su destino, pues, en vez de caer torrentes,
pues acaban cayendo gotitas. Se que es una metáfora torpe pero no se me
ocurre otra, para describir lo que muchas veces ocurre sobre todo para describir esa
relación entre lo que es la política de la democracia montada sobre una idea casi
prometéica, de que los ciudadanos son actores que dotan a otros actores, los
políticos de la capacidad para la acción. Luego los políticos encuentran con
que se introducen en un laberinto, en el que esa acción, al final,
aparece condicionada por cada uno de los recobecos que se van
encontrando en el mismo. Cómo organizar este caos
es algo que es objeto de estudio por parte de mis colegas
expertos en políticas públicas, porque es a ellos a quienes les compete
la difícil tarea de hacer posible, digamos que la canalización entre
la energía ciudadana y el destino que los ciudadanos quieren que se vea
esa energía, sea lo más eficaz posible. Es decir, la canalización sea directa,
que no se pierda en otras canalizaciones que, al final,
no acaban conduciendo a ninguna parte.

¿Qué es un problema público?

Toda política pública arranca a partir de la concentración de que existe un problema
de carácter social sobre el cual la propia interacción social no acaba de resolverlo
y por lo tanto se exige la participación y la implicación de los poderes públicos y
por eso hablamos de una política pública. Diríamos que en este sentido una política
pública es una oportunidad de mejora

Por lo tanto diríamos
un problema de entrada y eso forma parte del sentido común
sería una situación que no nos gusta. Pero con eso podemos realmente
formular una política pública, es decir no nos gusta que haya pobreza, no nos gusta que haya desigualdad, no nos
gusta como decíamos al principio ¿no? en la sesión introductoria que
haya accidentes de tráfico. Pero con esto podremos realmente
plantear una política, claro necesitamos hacer un paso más ¿no? que es trasladarnos de esa situación que
no nos gusta a un elemento operativo ¿no? es decir lo que estamos buscando es
pasar de ese genérico no me gusta a algo que sea operativo y que nos permita
construir una política de respuesta. ¿Qué quiere decir que no nos gusta? Que hay una discrepancia entre lo que
nos gustaría que pasara y lo que sucede, por lo tanto estamos hablando de una
discrepancia entre lo normativo y lo positivo ¿no? lo positivo en el sentido que es lo
que realmente está sucediendo ¿no? Entre el deber ser y el es ¿no?

Si un problema no tiene solución desde el
punto de vista de las políticas públicas, no desde el punto de vista normativo, ese no sería un problema, si no hubiera políticos en nuestra administración pública
todo funcionaría mejor. A mi lamento decir que
eso no es un problema, es una condición de existencia de la
administración pública de la política. Porque entonces si yo me planteo que la
política es un problema lo tengo mal, tengo que incorporar la existencia
de la política en el propio funcionamiento de las administraciones
porque lo que justifica que existan las administraciones públicas es que hay unos
políticos electos representativos ¿no? que gestionan recursos públicos, de pronto
eso es una condición de existencia. 

Volviendo al tema, conectar, es decir, definir un problema es ver las
alternativas de solución que existen a partir de los recursos y de
las capacidades que desde mi posición, desde la posición de operador,
gestor público puedo, puedo tener.

La naturaleza poliédrica de los problemas públicos

Otro de los temas clásicos en el debate
sobre definición de problemas es hasta qué punto los problemas existen de manera
objetiva y por lo tanto un operador público, un gestor cualquiera,
lo único que tiene que hacer es asumir que ese es el problema o de alguna
manera si pensamos que hay tantos, tantas definiciones de problema posibles,
como actores existen, ¿no? Y como intereses distintos pueden,
pueden haber, ¿no? Es decir, que en el fondo estamos
ante una situación que no nos gusta. Los distintos actores escogen
de esa situación que no les gusta una parte de esa situación
y la define como problema y lo hacen a partir evidentemente
como decíamos de sus recursos y sus posibilidades pero
también de sus intereses. Hay un caso que es bastante típico en
este, en esta situación que a veces se, se comenta, ¿no? Que es el, ese director de hotel, ¿no? Que sus, que sus clientes se quejan de que los ascensores del hotel
van excesivamente lentos, ¿no? Entonces él se muestra muy preocupado
ante este tema porque el hotel funciona razonablemente bien pero tiene este
problema constantemente presente, ¿no? Esa situación no le gusta, ¿no? Entonces pide un presupuesto a una
empresa pongamos Otis de ascensores y le dan un presupuesto pues muy alto. Entonces no tiene los
recursos para poderlo hacer. Va cavilando sobre este tema y se
encuentra con un amigo por la calle y le dice te veo preocupado,
sí le explica y tal le comenta y dice hombre ese amigo que era un psicólogo
pongamos dice yo creo no defines bien el problema dice porque tu has asumido como
problema el que el ascensor es lento. Lo que tienes como problema es que
la gente se queja, se queja de que percibe que su tiempo de
espera entre que decide bajar de su planta en el hotel hasta llegar
abajo o al revés es mucho tiempo ¿no? Es excesivo ese tiempo. A lo mejor puedes operar con el problema
tiempo y no con el problema ascensor. Entonces si la percepción del
tiempo de espera se reduce, a lo mejor las quejas se reducen y no
tienes porque cambiar el ascensor.

Las soluciones disponibles acotan el problema

Recuerdo un caso que puede ser ilustrativo en relación al tema
este que estamos comentando ¿no? de la definición del problema y
del punto inicial de arranque de las políticas públicas. Fue un caso aquí en Barcelona en un
barrio que se llama Roquetas el cual el ayuntamiento estaba intentando dar
respuesta a las quejas de los vecinos, expresadas por la asociación de vecinos de que ese barrio estaba desatendido
y habían muchos problemas y tal. Entonces el ayuntamiento que tenía
ciertos recursos que le llegaban de la unión europea y que podían
ellos también poner. Deciden hacer un plan
experimental en Roquetas y le llamaron plan integral de Roquetas.

Ese plan integral pretendía
resolver los problemas del barrio y lo explicaron los vecinos, les dijeron que
tenían, que harían esa prueba experimental en este barrio y que si, que si las cosas
funcionaban razonablemente en ese barrio, luego lo extenderían a otros
barrios de la ciudad. Los vecinos muy contentos dijeron
que querían participar sí, sí, entonces se organizó por parte de una de
las concejalías del ayuntamiento que era de la promoción económica fue la
que hizo de motor de ese plan. Pero tuvieron que dialogar
porque esto se hacía desde la, desde la central del ayuntamiento de
Barcelona pero estaban los distritos, es decir la descentralización
administrativa del ayuntamiento tenía estructuras administrativas
en los distritos. Entonces tenían que pactar desde la
promoción económica del ayuntamiento al que pilotaba ese plan con las estructuras
administrativas de los distritos y allí estaban también no solamente
los que hacían promoción económica, lucha contra el paro, desarrollo
económico, elementos de comercio, sino también trabajadores sociales,
gente que trabaja en problemas de personas con pobreza,
con desigualdad, con esta acción. Tenía una cierta complejidad ¿no? Por otro lado los vecinos
habían imaginado que ese plan les iba a dar respuesta como decía
el plan integral a sus problemas. Pero por ejemplo el ayuntamiento de
Barcelona no tiene competencias en educación y en sanidad. Esto lo tiene el gobierno autonómico
catalán por lo tanto aquí teníamos un problema de integralidad. Habíamos hablado de integralidad pero
resulta que mis competencias no me lo permiten. Con lo cual lógicamente la definición de
plan integral desde la perspectiva del ayuntamiento era una, desde la
perspectiva de los vecinos era otra. ¿Cuándo notamos que eso fue un problema? Cuando quisimos hacer la
evaluación de este plan ¿no? Vimos perfectamente que los condicionantes
y los recursos de que disponía el ayuntamiento cuando inicio este plan
habían provocado una definición de problema en relación a la situación
del barrio en la cual el tema central era el paro, el desarrollo económico, la
promoción económica de una zona comercial de esa zona y la mejora de los
espacios urbanos digamos ¿no? es decir algo que tenía que
ver con las competencias ¿no? del digamos de la parte administrativa
del ayuntamiento del municipio que pilotaba ese plan, pero en cambio la parte
más educativa, sanitaria quedaba ausente porque no formaba parte de las
competencias del ayuntamiento y una de las cosas que preocupaba más a los
vecinos era pro ejemplo la presencia de jóvenes que tenían problemas con las
drogas, había cierta inseguridad. Esto tampoco nos estaba
previsto en la lógica del, en el desarrollo del plan integral ¿no? Aquí podemos ver ¿no? como a veces digamos ante una
situación problemática se quiere iniciar una política que está
digamos razonablemente bien pensada, que tiene voluntad realmente de
cambio pero que se hace a partir de que la está digamos dirigiendo con
los recursos y las capacidades y las competencias que tiene esa,
esa parte de la institución. Y otros actores ¿no? presentes en el escenario,
el distrito por ejemplo ¿no? es decir esa, ese órgano de
descentralización administrativa lo veía como una cosa ajena ¿no? que alguien desde el ayuntamiento
había decidido hacer pero que ellos no nos habían consultado. Los vecinos tenían una perspectiva de que
les iban a resolver todos los problemas del barrio y al final evidentemente
al cabo de dos años de aplicación, cuando nosotros empezamos a hacer
la evaluación del plan vimos la gran diferencia de expectativas ¿no? que se había generado en
torno a esa hipótesis ¿no? de que iban a hacer un
plan integral de mejora. Seguramente todos tenían
parte de razón ¿no? Pero lo que es importante en esta fase
en la que estamos de definición de problemas es entender que los que habían
impulsado ese plan, habían definido ese plan integral de mejora en ese barrio
a partir de las competencias y de sus capacidades que eran las que
tenían que ver con promoción económica, con mejora del espacio público,
con desarrollo comercial y con lucha contra el paro porque de hecho
esa era su definición del problema.

La formación de la agenda

Es decir, en conclusión, el tema de
agenda es muy importante porque es lo que hace que los problemas algunos sean
vistos como muy relevantes o no, puede operar en un sentido positivo, quiero que
esto se convierta en problema, o al revés, quiero que esto no se convierta en
problema, no es un elemento objeto, ¿eh? Porque hay elementos de objetividad,
evidentemente número de muertos de accidente de tráfico,
número de personas de exclusión social, número de personas sin trabajo,
esto es objetivo, son evidencias, pero sobre las evidencias construimos
argumentos, generamos percepción. Por tanto, hay un elemento objetivo
pero hay también fuertes dosis de subjetividad y de manipulabilidad
de este tema, ¿no? Finalmente, cuidado con pensar que siempre
pasamos del problema a la solución, podemos encontrarnos que a veces tenemos
solución que busca problema

¿Qué determina la carrera política de un problema?

-no todos los asuntos sociales
son problemáticos y que no todos los problemas sociales son problemas
políticos, es muy sencillo de entender

-un problema
político tiene que tener dos dimensiones complementarias. 
-La primera es obvia es
la dimensión colectiva
-tiene que aparecer
una dimensión de conflictividad

¿qué características tiene

que tener un problema político para aparecer en la agenda y generar
a medio plazo una política pública? 
1 grado de especificidad
2 grado de relevancia social
3 la relevancia temporal
4 el nivel de complejidad
5 los precedentes históricos

La construcción política de un problema

1. labelizaciónSe trata de encontrar un label, una etiqueta que podamos pegar
sobre una realidad social

2. la problematización: Problematizar un problema político
es esencial para asegurarse de que genere una respuesta en
términos de políticas públicas

3. la reclamación: este vínculo de causalidad genere en una
respuesta y la respuesta deseada incluso

La construcción de los "no problemas"

El enfoque pluralista de Dahl postula que, si en lugar de fijarnos en quien ostenta formalmente el poder, nos dedicamos a estudiar las decisiones sobre cuestiones sustantivas (en educación, urbanismo, etc.)  es imposible identificar una única élite de poder dominante. Por el contrario, las decisiones tienden a responder a un proceso complejo de interacción y negociación entre una pluralidad de actores (una poliarquía).

Fijémonos por lo tanto que digamos en tanto en el surgimiento de los problemas como en la capacidad de esos problemas de convertirse en políticas o de llegar a formar parte de las agendas, estamos constantemente viendo como los actores intervienen en esos procesos ¿no? y para apuntalar, para hacer avanzar esos problemas, para hacerlos que no emerjan o para influir en la mirada que tenemos en esos problemas ¿no? y es importante por lo tanto este tema para entender que estamos ante un tema que no es puramente objetivo ¿no? sino que forma parte digamos de la, de un elemento clave del análisis de las políticas públicas que es la interacción entre actores y la construcción política ¿no? de los problemas.

Los problemas malditos

Esa concatenación de
elementos causados ¿no? que explicarían que esa
situación no nos guste, que sea problemática que son de tal
complejidad, están tan entrelazados, son dependientes unos de otros
que hacen muy difícil ¿no? el abordaje de su solución



La elaboración de las políticas no es ni mucho menos un monólogo del gobierno. Por el contrario, el repertorio de quienes influyen en las políticas públicas en el proceso de formación suele ser más bien amplio, a veces con espectadores que deciden dar el salto al escenario y se convierten súbitamente en actores a quien nadie había invitado. 
El análisis de los actores es muy relevante. En muchas ocasiones, para que una política pública salga adelante, no basta solo con que sea técnicamente una muy buena idea. Hace falta que hay una coalición ganadora detrás, y es que la historia de las políticas públicas que no llegaron a ver la luz se suele explicar bastante mejor por el movimiento de actores en el escenario de la política, de las políticas públicas, que por el propio contenido de la propuesta. 
Y esto no es solo relevante para el análisis de la descripción de las políticas públicas. También lo es en la práctica, cualquier estrategia para tirar adelante una reforma estará más que coja sino prevee y planifica la identificación de quienes son los posibles aliados y oponentes y qué formas de interacción
puede haber con todos ellos. 

¿Qué es un actor político?


Los actores son aquellos que llevan a cabo acciones relevantes, aquellos que efectivamente,que realmente actúan.

 No solo aquellos que toman decisiones son actores, no solo los gobiernos, no solo ministerios, no solo los parlamentos, tampoco aquellos que actúan porqulo regula alguna norma ¿no? por ejemplo en el caso de las evaluaciones de impacto ambiental suele estar regulado
quién puede participar en ese proceso. La realidad es que hay muchos otros actores que sin estar recogida su participación en ninguna ley,
en ninguna norma, acaban actuando, acaban incidiendo impactando sobre las decisiones públicas.


Tipos de actores


-actores individuales y los actores colectivos.

-actores públicos y los actores privados.

-actores políticos, burocráticos, actores con intereses especiales, actores con intereses generales o expertos.

-los actores en relación al rol que juegan.promotores, directores, opositores, aliados, mediadores, gatekeepers o filtros.

Tradicionalmente las políticas públicas han tendido a analizarse desde enfoques monocéntricos, pensando que el Estado era el único actor que se debía de hacer responsable de la decisión e implementación de esas políticas públicas. Hemos visto, sin embargo, que la realidad es mucho más compleja, que hay muchos actores que intervienen en esas decisiones. Adoptamos, entonces,
lo que llamamos un enfoque pluralista, para intentar reflejar esa diversidad de actores. En este sentido vemos que los gobiernos no son ni autónomos ni autosuficientes. No son autónomos porque están sometidos a presiones externas, presiones de otros actores que quieren influir sobre ellos. Y no son autosuficientes porque necesitan para la elaboración y la implementación de las políticas públicas también de otros actores, de otros recursos que no controlan.

¿Qué redes de actores se configuran alrededor de una determinada política pública? Un concepto fundamental es el de policy networks o redes de política pública. Es un enfoque analítico que nos viene
a decir que las redes son un hecho, existen, están allí. Redes que son distintas según la política
pública, cada política pública, cada tema, articula su red de actores. La de sanidad, la de educación, la de ocupación, todas las redes son distintas, son variables también en función del contexto geográfico, en función de la escala. Es decir, podemos encontrar una gran diversidad de redes que determinan
las políticas públicas. 

La cuestión clave, sin embargo, es ver la calidad democrática de esas redes. ¿Las redes son una mejora, para la democracia o son un problema? ¿Son una solución o son un problema? Algunos autores identifican
las redes como problemas, nos dicen que la configuración de las redes tiende a ser elitistas, opacas, unos pocos actores sin legitimidad
democrática, sin haber sido elegidos democráticamente se reúnen con el Gobierno para tomar unas determinadas decisiones. Desde este punto de vista las
redes serían un problema y una reducción de la calidad democrática.

Gobernanza y mecanismos de participación


La gobernanza, lo que nos dice, la definición de gobernanza es justamente la creación de esas estructuras del gobierno implicando actores del mercado y actores de la sociedad civil en el acto de gobierno.

-gobernanza más jerárquica en la que el gobierno, el Estado continua determinando de arriba a abajo las formas de relación.

-una gobernanza más de mercado, en las que el gobierno, lo que hace es orientarse al mercado, por lo tanto, buscar relaciones con el sector privado.

-gobernanza más en red, más orientada a la sociedad civil. Esta última gobernanza, la gobernanza en red, quizá es la que mejor refleja la participación de los distintos actores

Actores institucionales


Los actores públicos juegan un rol de centralidad en la elaboración y la implementación de políticas públicas. Son aquellos actores que actúan bajo un control gubernamental. Las instituciones son esenciales en las políticas públicas. Lo son, porque son las únicas que pueden ejercer esa autoridad, porque tienen la responsabilidad de dar soluciones públicas a los problemas colectivos, y porque son las únicas que pueden utilizar le recurso de la ley.

No podemos pensar, que la institución es siempre un único actor. Podemos distinguir, por ejemplo, entre actores gubernamentales dentro de las instituciones, con múltiples partidos políticos que actúan
en los parlamentos y en los gobiernos. Actores administrativos, más técnicos, más burocráticos,
que forman parte de la administración. O actores del sistema judicial. Estos actores además, actúan en dos ejes. Un eje vertical, y un eje horizontal. En el eje horizontal, situaríamos lo que llamamos el gobierno multinivel. Es decir, distintos niveles de gobierno, que pueden actuar a un mismo tiempo, mientras que en el eje horizontal, tendríamos los distintos de, departamentos.

Por lo tanto, tendríamos que pensar, que seguramente lo que tiene más sentido, es dar más peso a aquellas instituciones que pueden actuar sobre los problemas globales, y aquellas instituciones que pueden actuar sobre las consecuencias locales de estos problemas. Sin embargo, el centro continúa
estando en el nivel nacional. En los estados. Los distintos niveles del gobierno, al mismo tiempo, se relacionan con distintos tipos de políticas.

Grupos de interés y movimientos sociales


Entre los actores privados podemos distinguir entre aquellos que persiguen un interés privado, particular, por ejemplo, grupos de interés o lobbies, que presionan a los gobiernos para beneficiarse de las políticas públicas, y otros actores que persiguen intereses de carácter público, de carácter colectivo.

Los grupos objetivos son aquellos que causan el problema. Sobre ellos la política pública, la Administración, acaba determinando obligaciones o otorgando derechos. Por ejemplo, determinadas empresas que contaminan.

Luego tenemos los beneficiarios finales. Son aquellos afectados directamente por el problema. Por lo tanto, también son aquellos que se benefician de la solución del problema. Por eso los llamamos
beneficiarios finales. Muchas veces son difusos, son un conjunto de población que no se organiza y por lo tanto que tampoco actúa.

Por último tendríamos los grupos terceros. Las políticas públicas no van dirigidas a ellos, no van dirigidas a los grupos tercero, sin embargo, son grupos que pueden beneficiarse o verse afectados por el
resultado de esa política, es decir, su comportamiento se va a ver afectado por la política en positivo o en negativo. Vamos a poner un ejemplo para verlo más claro. Decíamos antes, una empresa que contamina, la empresa es el grupo objetivo, es quien genera el problema. ¿Quién se va a beneficiar de la
solución del problema que puede ser, por ejemplo, la instalación de unos filtros para evitar la contaminación? Los beneficiarios van a ser aquella población que reside alrededor de la empresa. Si se resuelve el problema de contaminación ellos se van a beneficiar, son los beneficiarios finales. Pero luego tenemos grupos tercero. Por ejemplo, aquellas empresas que van a suministrar los filtros para evitar la contaminación.

Un ejemplo de ello es la plataforma de afectados por la hipoteca en España. Actúan con esa triple lógica de incidencia, resistencia y disidencia. Por un lado quieren incidir en la ley, quieren cambiar la ley. Por ello impulsaron una iniciativa legislativa popular, recogiendo firmas para proponer una ley que llevaron al Congreso de los diputados, que no prosperó, pero que tenía esa intención de modificar la Ley hipotecaria. Al mismo tiempo actúan con lógicas de resistencia, se movilizan, protestan. Cada vez que hay un desahucio van delante de la casa que va a ser desahuciada y protestan, intentan frenarlo
a través de la resistencia. Y en tercer lugar utilizan también prácticas de disidencia. Dos ejemplos muy claros, uno es cuando van a las entidades financieras a intentar mediar frente a los desahucios, una cosa que no ha hecho el Estado, no han hecho los ayuntamientos, no han hecho los gobiernos regionales
y no han hecho el gobierno central.

Espacios de interacción y la irrupción de Internet


La clave de la influencia de los actores en las políticas públicas está en su interacción. Para ello vamos a introducir dos conceptos más, el concepto de la arena de la política pública y el concepto de
recursos movilizados de los actores. La arena de la política pública es el espacio en el cual se producen esas relaciones entre los actores donde se establecen formalmente, efectivamente las relaciones e
interacciones entre los actores. Hablamos por lo tanto de un marco estructurado formal donde los actores se relacionen.

Un nuevo espacio de intermediación,  un nuevo espacio también de movilización. Internet tiene, está teniendo la capacidad para alterar las relaciones de poder entre los distintos actores. Actores que antes no tenían poder, ahora pueden lograr cosas impensables. Vamos a poner un pequeño ejemplo. Hablemos de las actuaciones policiales. Muchas actuaciones policiales hasta hace muy poco no salían de los medios de comunicación, no aparecían, era muy difícil que el conjunto de la población las conociera. 

Los recursos de los actores


El primer recurso es el derecho, el recurso legal, ¿no? Este es el recurso que tiene básicamente
el gobierno, la autoridad de ejercer, de implementar normas.

Los recursos humanos. La capacidad para acceder, para adquirir el apoyo de gente, de personas, ¿no? O, ¿cuánta gente tienes a tu disposición para lograr tus objetivos? Recordemos que los actores actúan de forma racional para lograr unos, unos objetivos-

Otro tipo de recurso es el dinero. Los recurso económicos. Este es importante porque cualquier
política pública requiere de recurso económicos para ser implementada. Por lo tanto, ¿quién tiene estos recursos, cómo accedemos a los recurso económicos? Los recursos económicos también permiten
a muchos actores a acceder a otro tipo de recurso. Por ejemplo a acceder al control de la información.

Otro tipo de recurso es el informativo, el cognitivo, cada vez más importante. Disponer de información, disponer de conocimiento es clave hoy para generar argumentos. Y por lo tanto para generar capacidad de influencia

.Otro recurso, el consenso. La capacidad para generar confianza, clave también. Para implementar una política pública es necesario su factibilidad social no solo su factibilidad técnica. 

Otro tipo de recurso, las infraestructuras de que disponemos. El estado dispone de a, infraestructuras, de recursos expropietario de muchos de los elementos que le sirven para
proveer, por ejemplo, servicios públicos.

¿Elaborar políticas es tomar decisiones?


Los decisores públicos, los políticos, los gobernantes,
la gente que dirige la administración toma decisiones solo sobre aquellos temas
que han conseguido llegar a su mesa. Aquellos temas que acaban configurando
lo que llamamos la agenda pública
De alguna forma podríamos decir que la
decisión pública que se toma viene deter, predeterminada por la definición
dominante del problema en cuestión. Y no solo nos importa lo que sucede
en las fases previas a la toma de decisiones públicas,
también es muy importante lo que sucede en las fases posteriores
a la toma de decisiones.

-¿quién decide?, ¿quién toma las decisiones?
-en qué medida las decisiones públicas son el resultado de un análisis racional,
técnico de el problema.

Tomar decisiones racionalmente


-las decisiones públicas deberían tomarse
de la forma más racional posible-
-esa voluntad de los políticos de
contentar a su electorado puede llevarnos, por ejemplo, pues a incrementar el gasto
público por encima de lo que sería óptimo, de lo que sería adecuado.
-Por lo tanto, necesitamos más racionalidad
técnica en las políticas públicas y eh, menos eh, racionalidad política-

-¿Qué significa entonces tomar
decisiones racionalmente?

Significa seguir un método de toma de decisiones estructurado en una serie de
pasos básicos o de pasos fundamentales

en primer lugar, tomar decisiones racionalmente quiere
decir que lo primero que tenemos que hacer es analizar exhaustivamente
el problema en cuestión, ¿hm? Ver cuáles son sus distintas dimensiones,
cuál es la magnitud del problema, cuáles son sus posibles causas
o factores explicativos.

El segundo paso que debemos adoptar eh, en este proceso de toma racional
de decisiones públicas es la identificación de las alternativas
para hacer frente a ese problema

el tercer
paso será analizar y comparar sistemáticamente estas alternativas,
cuáles son sus costes y sus beneficios, cuáles son sus potenciales
ventajas y desventajas,

 tenemos que ser capaces a través
de este método racional de toma de decisiones de identificar aquellas
decisiones que son óptimas en el sentido de que nos permiten dar una solución más
eficaz al problema a un menor costo.

El arte de ir tirando


Lindblom nos habla del modelo
incrementalista de toma de decisiones públicas y lo define en algún
artículo como el arte de ir tirando, lo que en inglés sería
the science of muddling through. Eh, ¿en qué consiste este modelo? Básicamente hay una serie de
características fundamentales del modelo incrementalista. La primera sería que,
y esto es lo que da nombre al modelo, que cualquier decisión público. Por lo tanto no podemos esperar grandes
cambios en las políticas públicas.

La segunda característica del modelo
incrementalista es que las decisiones públicas no son tanto el resultado de un
análisis exhaustivo de los problemas y de sus alternativas, sino que más bien
son el resultado por un lado de la experimentación constante, es decir, los
decisores públicos están permanentemente experimentando eh, los efectos que tienen
determinadas decisiones sobre el problema

La tercera característica del modelo
incrementalista es la idea de que la aparición de nueva información
sobre un problema, por ejemplo, se ha publicado un estudio que eh,
nos dice algo que no sabíamos sobre ese problema, o la aparición de nuevos
equilibrios de poder entre los actores, por ejemplo porque ha aparecido un
nuevo movimiento social que tiene mucha capacidad de presionar a los gobiernos,
de entrar en los medios de comunicación, etcétera, esos dos factores,
la aparición de nueva información y eh, el cambio en las relaciones de poder
entre los actores es el que lleva a adoptar nuevas decisiones en
relación con un determinado problema.




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